Partido de vital importancia en la lucha por entrar en playoff el que acaba de enfrentar al Lobe Huesca la Magia y al Gran Canaria. El conjunto canario arrancaba la jornada ocupando el octavo lugar en la clasificación, que da derecho a la última de las plazas para llegar a las eliminatorias por el ascenso. Los oscenses empezaban el duelo situados a tan solo una victoria de alcanzarlos, por lo que un triunfo les igualaba en la clasificación y daba derecho a soñar con los playoff estas tres últimas jornadas.
Desde el conjunto oscense se encaraba el choque como una auténtica final, pero el partido, ya de por si complicado, iba a ser todavía más duro de lo que tocaba. Jorge Lafuente, capitan del Lobe y buque insignia del equipo, causaba baja en la expedición blanquiverde por una inoportuna lesión en el psoas.
No pareció importar mucho su ausencia en el arranque de partido. Suplido por Pablo Yarnoz en el quinteto, los peñistas comenzaron imponiendo su ritmo y consiguiendo puntos rápidos castigando una transición defensiva inoperante por parte de los canarios (6-11 minuto 5).
Este buen inicio se iba a prolongar hasta el final del primer cuarto al que se llegó dominando 16-22. Fueron 10 minutos de juego coral de los de Santi Cerdán, con hasta 7 jugadores anotando puntos.
Sin embargo, todo lo que tuvo de bueno el primer cuarto, lo tuvo de malo el segundo. En la primera jugada, Yarnoz cometía su tercera personal y tenía que ser sustituido por un Vukcevic al que le cuesta seguir el ritmo de la categoría.
Tan solo 2 minutos después llegó la acción rocambolesca y que sacaría a los hoy visitantes del partido. Baltasar cortaba una contra canaria con una falta que los árbitros señalaron como antideportiva de una manera algo cuestionable. Hasta ahí todo normal, pero todo el batiburrillo de acciones que desencadenó esta antideportiva mató buena parte de nuestras opciones de triunfo. Se protestó la jugada de una manera inadecuada y los árbitros castigaron con una técnica al entrenador y con dos más al propio Baltasar que fue expulsado dejando a su equipo con tan solo 8 jugadores.
El Gran Canaria olió la sangre y fue a hacer daño dejando muy encarrilado el partido al descanso (47-32).
En defensa se notaba que Lobe estaba fuera de partido y los amarillos tiraban solos posesión tras posesión y, en la faceta ofensiva, demasiados ataques sin que el balón le llegase a Adom.
Tocaba dar con la tecla al descanso para tener opciones de triunfo, y así fue. Los oscenses se pusieron el mono de trabajo y liderados ahora sí por Adom, llegaron vivos al último cuarto (64-53).
Los últimos 10 minutos los verdes confiaron en la defensa que les ordenaba su plan de partido. Malo o Ndondo como pívots protegiendo en todo momento la canasta y dejando al rival en una ventaja de 5 contra 4 que no podían aprovechar. Se confió en los fallos canarios, y a estos les empezaba a temblar la muñeca. Poco a poco, las ventajas se fueron contrayendo llegando a 2 minutos del final muy vivos en el partido (73-69).
En estos últimos instantes, Duscak tomó la batuta y mató un choque que acabó 80-71.
Derrota peñista que nos deja en tierra de nadie. Es necesario ganar los tres encuentros que quedan para tener opciones de playoff. Para esquivar el descenso, bastaría con ganar un partido más o que Salou perdiese 2 de los 4 partidos que le quedan.
Cinco inicial: García 13, Rubín de Celis 7, Adom 20, Yarnoz 10 y Ndondo 6.
Malo 8, Rodríguez 4, Baltasar 3 y Vukcevic.