“¡Menuda encerrona! ¡Qué sorpresón!”, afirma con una sonrisa Eliseo Martín en plena “resaca” de la fiesta que ha tenido lugar en la noche de este viernes en el Hotel Masmonzón y que le pilló de sopetón. La idea partió de su mujer, Mari Carmen, que le propuso a Phondy, entrenador y amigo de Eliseo “de toda la vida”, hacer algo especial con motivo del 50 cumpleaños del atleta que logró la histórica medalla de bronce del Mundial de París de 2003 en la prueba de 3.000 metros obstáculos.
Así que entre ambos, y con la complicidad de la incombustible atleta Nuria Sierra, se pusieron manos a la obra en los preparativos de esta “sorpresa, sorpresa” con la que recibieron a Eliseo todos sus amigos. Fueron una treintena con muchas caras conocidas del mundo del deporte local y comarcal, así como de la empresa Zona Sport, donde el atleta internacional imparte su magisterio como entrenador de un grupo de atletas.
Eliseo estuvo acompañado por su esposa Mari Carmen y sus hijos, Adrián y Alba. Y en la nómina de asistentes estuvieron, entre otros, Phondy, Javi Yerno, Pablo Almunia, Javier Mariño, Carlos Oriach, Nuria Sierra, Mónica Saludas, Jorge Giménez, Lucía Grasa, Armando García, Jesús Mora, Pedro Laso, Jorge Salas, Rafa Salas, Catalin, Dani Forcén, Cortada, Nati, Guillermo Alegre (su masajista de siempre), José Antonio Adell, Pedro Seto, Luis Jalle e Isaac Claver, que más que como alcalde de Monzón fue como amigo personal de Eliseo. No pudieron asistir por sus compromisos laborales otros deportistas como Iván Espílez o Mario Mirón.
Los “organizadores” del festejo montaron un photocoll con el 50 y en su interior un amplio y variado álbum en el que se recogían imágenes de la trayectoria y vida de Eliseo. Phondy elaboró también un video de once minutos con imágenes en las que el momento estelar era la carrera que hace justo 20 años (el pasado 25 de agosto se cumplieron dos décadas) Eliseo tuvo ese memorable y vibrante final que le subió al podio mundial del 3.000 obstáculos con un bronce que nadie hasta la fecha ha podido igualar y que se mereció la etiqueta de “Eliseo el africano". Comentarios, entrevistas, la elección de Eliseo y Phondy como mejores atleta y entrenador de España de aquel año 2003, así como imágenes que abarcaban desde las primeras carreras del Eliseo más pequeño que ya despuntaba hasta sus participaciones postreras en competiciones de duatlón.
Hubo también breves parlamentos. Se ofreció un video con unas declaraciones de la joven figura emergente del atletismo español, el albeldense Pol Oriach -sus padres Carlos y Elena estaban en la sala- en las que dijo que Eliseo siempre había sido su fuente de inspiración, que le había admirado durante toda la vida y en los entrenamientos que habían compartido y que para él era todo un orgullo y un honor encontrar un referente tan próximo.
José Antonio Adell puso el acento en la gran relación que había tenido siempre con Phondy, sin duda clave del éxito que le había acompañado. Por su parte, Phondy aludió a la historia vital que habían vivido juntos, “una relación de hermanos”, e incluso apuntó una anécdota que le hizo sudar la gota gorda cuando Eliseo, en la víspera de competir en unos Juegos del Mediterráneo, se apercibió de que se había olvidado el DNI en Monzón y unos amigos que estaban de boda se ofrecieron para llevárselo y llegaron casi “sobre la bocina” con el documento en cuestión.
Y no faltó, por supuesto, la mujer de Eliseo, “autora intelectual” de la fiesta, Mari Carmen, que agradeció muy emocionada esta celebración, que le hacía mucha ilusión haber podido reunir a tantos amigos y también tuvo palabras para Phondy “que es uno más de nuestra familia”.
Eliseo Martín estaba este sábado todavía flipando del “sorpresón” y la “encerrona” que le habían montado. “Se te acumulan un montón de recuerdos. La vida te va labrando amigos y después de un año en el que he sufrido la pérdida de mi padre primero y de mi madre después, encontrarte con una fiesta con amigos ha sido super agradable. He tenido momentos muy álgidos, sobre todo cuando fui tercero del mundo, y entonces aparecieron amigos hasta de debajo de las piedras. Al final quedan los buenos, los del día a día, los que son más cercanos y con los que convivo siempre. Ha sido todo muy emocionante y no puedo más que dar las gracias”, afirma.
Así que este domingo, siguiendo con la rutina de ese día a día acompañará los atletas del Hinaco, entre ellos su hijo Adrián, para su participación en el Cross de la Montaña de Sabiñánigo. “Habrá barro, pero es allí donde hay que curtirse y todos lo hemos vivido, disfrutado y sufrido”, asegura. Un domingo en el que celebrará el medio siglo de una vida plagada de los éxitos que le convierten en el mejor atleta aragonés de todos los tiempos y en uno de los faros del atletismo español. Felicidades, Eliseo, por otros 50 años más... por lo menos.