El Ontiñena CF vive un momento dulce. Su inicio de temporada no puede ser mejor, y cuenta sus tres partidos por victorias. Además, en el horizonte tiene esa eliminatoria previa de Copa del Rey que permite soñar con cosas muy bonitas.
"Estamos contentos porque tenemos un gran equipo. Estamos gestionando bien la plantilla y todos los jugadores compiten y demuestran que tienen un sitio en el once. Veníamos de hacer una buena pretemporada en la Copa Diputación, y el inicio es muy bueno. Quizás no tanto por sensaciones, aunque las ha habido, pero creo que el equipo está contento", comenta su entrenador, Tito Peinado.
Junto con Cariñena e Illueca, y teniendo en cuenta los dos grupos de Regional Preferente, son los equipos que han logrado hacer pleno de triunfos en tres jornadas.
El hecho de hacerse fuerte en casa, en El Balsal, es vital para los intereses del Ontiñena. "El año pasado, si no me equivoco, sólo perdió ante el Robres si no me equivoco, que quedó segundo. Este año no hemos perdido los dos partidos y en la pretemporada sólo perdimos contra el Huesca B, y les apuramos", añade.
Peinado cree que, y espera no equivocarse, que el equipo "dará mucha guerra e intentaremos estar lo más arriba posible". El entrenador aterrizó el pasado verano en el banquillo de los bajocinqueños y asevera que el proyecto es "inmejorable", y más "por la situación en la que venía, que era tras un descenso". Por eso agradece la confianza que la directiva depositó en él. "Las cosas salen bien cuando se da todo. En Alcolea también he estado muy contento estos años, también en Pueyo y en San Esteban. Pero ellos están muy mentalizados de que quieren ir a más, y eso les hace dar el 105 por cien", asegura. "No digo que en otros equipos no pase, pero la gente está involucradísima y tienen las ganas de hacerlo todo bien", añade.
Hablando de la plantilla, el hecho de mantener un bloque de una temporada a otra es algo siempre positivo. Peinado confirma que "el hecho de renovar, simplemente por la temporada que se hizo, se lo merece todo el mundo. Eso da el grueso del bloque. Son jugadores que ya ese conocen y ya saben las normas internas. Eso para mí como entrenador te facilita la faena. Luego, el que llega nuevo, poco tiene que construir entre comillas, sino que tiene que amoldarse lo más rápido posible al equipo y aportar".
Los pocos fichajes que se han hecho son "de mucho nivel", así que se junta un buen cóctel para sacar un equipo que "compite, que no da un balón por perdido y que es difícil hacerle gol. Eso es lo que nos llevará a hacer una buena temporada".
Este fin de semana el equipo visitará a la Peña Fragatina, un rival recién ascendido que viene de perder el derbi contra el Fraga B. El análisis que hace el entrenador es básicamente el campo de superficie: "Pasamos de jugar en El Balsal, de césped natural, al artificial. Vamos con esa idea, de que ellos intentan jugar el balón y normalmente hay menos juego directo, que es quizás donde nosotros nos sentimos cómodos con esas segundas jugadas y transiciones. Tenemos que tener tranquilidad con el balón y no precipitarnos".
El otro día en Jaca, recuerda, al equipo ya "le costó" por ese cambio de campo: "Era más grande y llegábamos peor a las ayudas en la primera parte. No estuvimos tan cómodos con el balón. Es el planteamiento de la semana: cambiar el chip".