A escaparrar

Aficionado del Huesca
14 de Diciembre de 2023
Nacho Alastruey y Juanjo Nieto

Ha pasado demasiado tiempo desde ese 29 de noviembre de 2019 en el que en el Bar de Salesianos nos juntamos por última vez los #HabitualesDeLaSDHuesca.

En aquella ocasión el equipo entonces liderado por Michel Sánchez acababa de ganar a la Ponferradina 2-0 con goles de Eugeni y Sergio Gómez, situándose tercero en la tabla clasificatoria a 10 puntos de distancia del Cádiz tras 17 jornadas disputadas.

Con la misma rotundidad que confirmo que en nuestra Peña tenemos cenizos exasperantes y también algún que otro iluso hiperoptimista, puedo afirmar que nadie de los allí presentes podía ni siquiera imaginar lo que estaba por venir: una pandemia, el “galanazo”, un nuevo ascenso que no pudimos ni celebrar y una nueva temporada en Primera que creo el fútbol nos adeuda a los aficionados. Ese palo de Sandro que tantas cosas pudo cambiar y a partir de ahí lo que todos ustedes ya conocen.

Si acudimos al departamento de excusas que -con más o menos ingenio- todos gestionamos, podemos decir que han sido diferentes vicisitudes las que nos han impedido reunirnos desde entonces: La pandemia en 2020, el miedo al oleaje Covid en 2021 y que hemos estado muy ocupados en 2022. Sin embargo, charlando con los peñistas muchos me han transmitido una sintomatología recurrente.

Y es que no hemos sido pocos quienes hemos experimentado cierta sensación de desapego con el Huesca. Alguno hasta me confesaba haberse perdido algún partido en el Alcoraz cuando en el pasado hacía encaje de bolillos con los planes familiares (cómo cuesta en la época de las bodas y las comuniones). Y lo peor de todo, reconocían haberlo hecho incluso con cierta indiferencia.

Alguien que no conozca mucho el percal de estos #HabitualesDeLaSDHuesca (hablamos de algunas personas con más de 50 años de solera en sus carnés) podría pensar que han sido los resultados deportivos los que han hecho cundir el desaliento y se equivocaría de pleno. Cierto es que la victoria engancha pero pienso que la principal dolencia que hemos sufrido los aficionados es la paulatina pérdida de sentimiento de identificación con el club.

Ni estoy capacitado ni me corresponde a mí dar con la causa raíz de esta afección pero sí que he podido constatar que el enfermo mejora rápidamente cuando se aplican remedios tan naturales como la entrega sobre el verde, que en mi opinión hizo del partido frente al Espanyol el punto de inflexión que todos necesitábamos o el cariño que Juanjo Nieto y Jara Echeverría – del departamento de Comunicación del club- han derrochado hacia nosotros en nuestro modesto evento.

De lo mucho vivido en la tarde-noche de hoy me quedo con la llegada de Juanjo Nieto saludando uno por uno a todos los presentes y haciéndonos sentir acompañados con sencillez, cercanía y humildad. Unos valores que para los #HabitualesDeLaSDHuesca son probadamente sanadores contra el mal pelo de la indiferencia que queremos mandar, con perdón, a “escaparrar”.

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