El escudo de la UD Barbastro luce en uno de los barrios más humildes de Kenia

Kike Rausell, jugador de la UD Barbastro, llevó hasta un barrio chabolista de Nairobi unas camisetas rojiblancas para regalar a los niños de un colegio

Adrián Mora
Periodista
29 de Agosto de 2022
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Rausell, junto a Ana, su pareja, en Nairobi.
Rausell, junto a Ana, su pareja, en Nairobi.

El buen hacer de la humanidad se plasma en acciones como las que llevaron a cabo Kike Rausell y su pareja Ana durante el pasado mes de julio. Este joven barbastrense, jugador de la UD Barbastro, viajó de luna de miel a Kenia el pasado mes de julio a través de una familia que conoció a través de las redes sociales y que organiza viajes que incluyen safaris e inmersiones culturales.

Uno de los proyectos que está llevando a cabo ahora esta familia en consonancia con una ONG es el de la construcción de un colegio en uno de los barrios más humildes de Kenia. Además, se hacen cargo de los gastos de profesores y material escolar. Rausell estuvo un día con ellos, compartiendo experiencias y apredizaje que curte el día a día en territorio africano. En este caso se trata de la ONG es Kitambo Na Wewe (@kitambonawewe_ong en Instragram), una asociación sin ánimo de lucro que nace con el fin de apoyar proyectos educativos desde 2017. Desde hace más de dos años colaboran con Gladways School, una escuela de educación primaria en el barrio chabolista de Kawangware (Nairobi) que cerró de forma permanente a causa de la pandemia.

Aprovechando la visita al colegio de Gladways Centre School, Rausell se llevó desde el Somontano camisetas rojiblancas con el escudo de la UD Barbastro para regalar a los niños. Las sonrisas de los jóvenes resplandecían sobre el suelo de tierra de Kawangware, en la ciudad de Nairobi. Igual que si formaran parte de un equipo de fútbol, los once niños se alinearon para posar ante la cámara de la misma manera que un once inicial antes de emprender el juego.

Los niños posan enseñando la camiseta rojiblanca del Barbastro
Los niños posan enseñando la camiseta rojiblanca del Barbastro

La experiencia, subraya Rausell, fue sencillamente “espectacular”. El barbastrense es consciente de que visitar barrios “tan pobres y ver esas sonrisas en las caras de los niños, nos hace ver el mundo con otra visión”.

 

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