Nueva etapa con una fórmula conocida que ya dio buen resultado. La salida de Eva Rico del CAR de la madrileña Residencia Blume acarrea el reencuentro de la atleta oscense con quien fuera su “descubridor” y mentor, el veterano técnico de Intec-Zoiti Ángel Ruata. Es la decisión que ha tomado Eva después de un verano que a nivel competitivo cerró con el subcampeonato de España Sub-23 en los 10.000 metros marcha.
Es en Huesca, en casa y rodeada de su familia y amigos, donde Eva Rico ha decidido fijar su residencia al considerar que era lo mejor para ella en estos momentos y después de lo mal que lo pasó al final de la campaña pasada. Continuará cursando sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad San Pablo CEU (va por el tercer curso), aunque lo hará a distancia y de forma presencial para realizar los exámenes gracias a las facilidades que le han dado.
Ángel Ruata ha sido pieza clave en la formación y crecimiento de Eva Rico. Incluso durante los tres años que ha permanecido en Madrid, trabajando con los técnicos de la Federación, la marchadora siempre ha mantenido un contacto estrecho con el preparador y ha escuchado sus sabios consejos.
El destino, después de darle vueltas al asunto, ha hecho posible el reencuentro. Y en él también aparece en escena Jacinto Garzón, el entrenador de la campeona olímpica y mundial María Pérez, con quien Eva Rico ha mantenido conversaciones para reforzar su plan de trabajo. De hecho, la atleta irá hasta Guadix, residencia del técnico andaluz, antes de las competiciones importantes para afinar en los últimos detalles la puesta en escena dada la buena conexión que tienen. Y también se espera una relación estrecha entre el propio Garzón y Ruata para estar en la misma sintonía. Igualmente está perfilando el equipo técnico, en el que espera contar con el respaldo de un nutricionista y un psicólogo.
“Estoy muy contenta de quedarme en Huesca. Es el momento de refugiarme en casa con mi familia y con mis amigos. Hay un proyecto muy bueno, ahora estoy de pretemporada y el objetivo, después de un año malo, en el que las cosas no han salido como esperábamos, es recuperar la confianza y la mejor versión de mí misma”, afirma Eva Rico, que aprecia la tranquilidad con la que está trabajando, aunque ahora sea en solitario, “para disfrutar del día a día”. Se siente “muy emocionada” ante esta “nueva etapa” que ahora afronta.
El 2025 va a ser su último año en la categoría Sub-23 y el gran objetivo va a ser conseguir el billete para el Campeonato de Europa que se celebrará en Noruega durante el mes de julio, propuesta que ya se hizo el mismo día que la operaron del menisco en noviembre del pasado año. Para llegar allí hay un gran camino que recorrer. “Espero que en estos meses pueda sacar el potencial que estos años en Madrid no he tenido la oportunidad de demostrar. Me fui con una proyección y las expectativas no se han cumplido. En estos últimos meses hemos tenido tiempo de recapacitar y pensar en todos los factores que ha habido. Han sido tres años lejos de los objetivos. El pasado no se puede cambiar, pero el futuro sí y en ello estamos”, afirma Eva.
La marchadora agradece públicamente “el apoyo de toda la gente que me quiere, especialmente mis padres, además del resto de familia y amigos”. Un respaldo que se traduce en la “apuesta por seguir” y hacerlo desde Huesca “supone tener un escudo muy grande”. Un apoyo que se extiende también hacia Huesca La Magia, siempre del lado de la deportista.
La vuelta a la competición, se producirá el próximo 6 de octubre en el Gran Premio de marcha que se disputará en la Gran Vía de Madrid con una carrera de 10 kilómetros en la que estarán los mejores del mundo.
RUATA: “LA MAQUINARIA YA ESTÁ EN MARCHA”
Ángel Ruata vuelve a coger las riendas de la preparación de Eva Rico. Estuvieron trabajando juntos durante tres años y medio. Un tándem que se formó cuando la atleta tenía 14 años “por casualidad” y un trabajo que dio excelentes resultados con campeonatos de España en la fase de formación hasta que la RFEA la llamó para el CAR de Madrid.
“La maquinaria ya está en marcha. Ahora mismo enfocamos la primera parte del trabajo en el gimnasio, para mí es fundamental de cara al fortalecimiento y evitar lesiones. La veo con ilusión y ganas. Si quiere volar alto, tiene que poner todo de su parte”, afirma el entrenador, “porque ahora es como si empezáramos de cero”.
Eso sí, con la ventaja de que gracias al tiempo que estuvieron juntos “la conozco, sé cómo tratarla y estoy seguro de que las cosas van a salir bien”. Para Ruata, este reencuentro es “un reto” ya que “hay que reconstruir las expectativas”.
Entiende el técnico que tan importante como la condición física y técnica (Ruata es hombre de aplicar mucho este segundo apartado por la calidad que requiere la disciplina de marcha), pero también fija su atención mentalmente. “Para mí es fundamental fomentar que la mente se entregue a la causa”.
Se considera el preparador “positivo y optimista” e insiste en que “doy por hecho que todo será posible”, pero marca una exigencia máxima y disciplina al mil por cien. “Tiene que funcionar”, sentencia.