"Una semana un pelín más larga para recuperar a jugadores". Cinco días. Con eso se ha de conformar Antonio Hidalgo para preparar las cabezas para "un rival que tiene un potencial enorme, que en su casa se está haciendo muy fuerte, lleva seis partidos ganados que hablan de la fortaleza entre el público y el equipo. Una plantilla diseñada para estar arriba del todo, seguramente una de las mejores, pero vamos a competir contra todo el mundo, intentando buscar sus puntos débiles y hacerles daño".
El entrenador del Huesca ha reconocido que hay que cortar la dinámica aunque se ha quejado de que se le da "más importancia a una dinámica que a una situación en cuanto a puntos y clasificación que está mucho mejor. Es evidente que hay que cortarlo pero con dosis de realidad".
Afirma que de la victoria a no ganar hay "una línea muy delgada. De las que recuerdo, quizás es la competición de las más duras e igualadas. Estamos en los partidos siempre cerca de sacar victorias, pero eso ya ha pasado y ya no vuelve. Algo hay que hacer diferente, está claro, pero confianza máxima en los nuestros, en los planes de partido, en llevarlos al extremo. Somos capaces de ir variando situaciones durante el partido para ir cambiando cosas y eso es lo que me deja tranquilo".
Sólo tiene las bajas de Javi Pérez y Hugo Vallejo, lo que le hace ser más optimista en cuanto a la disponibilidad de efectivos incluso ante equipos diseñados para estar en la parte de arriba, con gran potencial ofensivo, pero "nosotros también podemos hacer mucho daño arriba. Se vio en el último partido y en eso también nos tenemos que centrar. Tenemos que ir a no dejarles que estén cómodos porque te hunde en la última línea". "Vamos a ir con todo mañana, competir al mil por mil, tenemos que ir sumando puntos".