Miguel Jiménez ha sido aficionado desde bien pequeño a la Fórmula 1. Ahora, a sus 25 años y desde el pasado 12 de septiembre, este oscense se ha convertido en uno de los ingenieros del equipo BWT Alpine, escuadra británica con la que actualmente compite Fernando Alonso en la Fórmula 1.
Era de esos jóvenes aficionados a los que no les importaba en absoluto madrugar hace más de una década para ver las carreras a través de la televisión. Daba igual el horario, él ahí estaba pegado a la pantalla. "Empecé a seguirla en la temporada 2008, de no perderme ninguna carrera, las clasificaciones, incluso los entrenamientos cuando me pillaba fuera de horario de clase", reconoce. A medida que fue creciendo, su voluntad se tornaba cada vez más fija: "quería llegar a ser ingeniero de Fórmula 1 y he luchado todos estos años para ello". Entró a la universidad y escogió una carrera acorde para ello. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Zaragoza y al mismo tiempo hacía Matemáticas a tiempo parcial en la UNED.
Después de concluir sus estudios cerca de casa, hace algo más de un año tocó emprender el vuelo hasta Inglaterra. Allí comenzó haciendo un máster en la Universidad de Cranfield el año pasado. Desde marzo había aplicado a diferentes puestos en diferentes equipos y en abril ya le comunicaron que Alpine le seleccionaba. "El máster ya lo conocía desde hace tiempo. Es una universidad que es bastante clave para llegar a la Formula 1. Con el covid se complicó un poco la cosa porque, aunque sí que había edición, decidí retrasar un poco la cosa por el tema de que no era presencial la clase. De allí es un salto a la F1".
Alpine, en su proceso de selección, contacta con la propia universidad y es esta quien envía la oferta de trabajo, que suele ser directa a estudiantes. Después, la empresa hace su propio proceso de selección a través de entrevistas. "El puesto de trabajo es algo que ya había hecho en el pasado. En la Universidad de Zaragoza, en mi TFG, en el ámbito de la simulación, lo tenía bastante de cara. Apliqué sabiendo que tenía muchas posibilidades porque encima se hacía con un programa de programación que es poco común y que yo conocía. La entrevista fue muy bien y tenía claro que si no iba a ser yo sería alguien con más experiencia que yo. Por lo tanto, lo veía muy de cara".
El pasado 5 de septiembre concluyó sus estudios universitarios de manera definitiva y tuvo una semana para mudarse y buscar acomodo ante de comenzar a trabajar el 12 de septiembre. "Hay muy buen ambiente, además tengo compañeros que conozco de la misma universidad. En Alpine estamos dos compañeros más de mi clase", explica. La jornada de trabajo comienza para él a las 8:30 y termina a las 17:30 horas. "Tenemos una hora de descanso para comer y me tengo que desplazar en coche para llegar allí. La fábrica la tenemos en mitad de la nada, no hay ninguna ciudad grande cercana. Lo más cerca es Oxford, que está a media hora".
En total cree que en su empresa trabajan alrededor de 800 personas, "de los cuales un gran porcentaje son ingenieros", asevera. Pero existen diferentes turnos, como los de noche, o hay trabajadores que solo están en las carreras. El equipo de ingenieros está dividido en diferentes departamentos, y en el de Jiménez trabajan entre 150 y 200 personas.
Después de lograr el objetivo por el que ha estado luchando tantos años, Jiménez se acuerda de su familia, y en concreto de sus padres, quienes han sido "clave". "El tema de estar a distancia y tener que estar con todo el proceso de selección... Luego, por supuesto, la ayuda económica: me he tenido que comprar coche para ir a trabajar, si no es imposible llegar. Mis padres me han ayudado y siempre han estado ahí. Luego, a mi novia, la conocí el año pasado y es de aquí. Ella me ha ayudado muchísimo con el tema de las cartas de recomendación, que tienen que tener un estilo muy concreto británico que si no llevas mucho tiempo viviendo aquí es muy difícil tenerlo. En ese aspecto me han ayudado mucho. La universidad también te ayudaba a la hora de perfeccionar el currículum", concluye.
Miguel Jiménez ha comenzado su viaje como ingeniero en un mundo tan apasionante como es el del motor. Siempre con Huesca y su gente muy presente, tal y como luce su biografía de Twitter: "oscense en Enstone".