Las cuatro grandes batallas, dos en El Alcoraz y otras tantas en tierras de la Dama de Elche y de Cartago, requieren recomponer el ánimo y la unión después de un epílogo convulso y desagradable tras la derrota de Oviedo. La afición necesita la mejor versión de los jugadores, los futbolistas tranquilidad y consciencia del apoyo de la masa social, la ciudad y la provincia el rendimiento más óptimo para mantener la gran bandera de la ilusión de esta tierra.
Ese cóctel de pesimismo y de enfrentamiento ha de ser revertido para conseguir el objetivo y, de hecho, luego ya habrá tiempo de dirimir otras cuestiones. Levantar el espíritu para afrontar las cuatro grandes finales de nuestras vidaas recientes como aficionados del Huesca demanda repetirnos que sí, que Huesca sí que puede, así que nos hemos ido a la calle a captar la voluntad de los oscenses. Alegría Blan, la mítica regente del Bar Brasil, afirma rotunda que "Huesca sí se salva. Tiene que salvarse, por la ciudad, por nosotros, por los aficionados y por los bares que viven de la afición".
Javier Gállego, contertulio de televisiones nacionales, pone el punto sobre las íes para concluir con una exclamación animada. "A pesar de todo lo que estamos viviendo, a pesar de todos y ciertas gestiones, hay que seguir apoyando a nuestra Sociedad Deportiva Huesca, ¡sin reblar!"
Antonio Purroy, voz de la provincia, proclama: "¡Huesca, sí se puede! El Huesca se tiene que salvar primero por la ciudad y porque también hay una provincia detrás. Yo creo que todos los oscenses nos merecemos que el Huesca siga en el fútbol profesional. Y los jugadores tendrán que echar en estos últimos partidos toda la carne en el asador sabedores de lo muchísimo que hay en juego". El también conterturlio en Antena Altoaragón y directivo del Albelda confía en "recuperar la solidez defensiva y también tener un poco de más mordiente en ataque. Las áreas van a ser decisivas para que podamos seguir un año más en el fútbol profesional. Claro que sí: Huesca, se puede".
Ana Bernal, profesional de los cuidados en Alzheimer Huesca, es tajante: "¡Huesca, sí se puede! No hay que reblar, hay que estar en las buenas y en las malas. Mi familia y yo confiamos en que el Huesca se va a salvar".
En los corrillos, es motivo de conversación la oportunidad que se ha abierto en una jornada que no ha sido buena, pero que mantiene al equipo fuera del pozo. Toño Sanclemente, con otros amigos, alude a lo que significa para la ciudad. "Tenemos que ganar, a por ellos".
Sergio Azagra, chef, afirma que "hay que ser del Huesca porque la ciudad lo necesita. Huesca, el comercio, la restauración, todo...".
Coincidencia también en las apreciaciones, como amantes del deporte, de Anabel Sanagustín y Marta Carmen, del Club Baloncesto Huesca. Más testimonios, "aún tenemos posibilidades, ¿no? Pues adelante".
Y el colofón de David, el ingenioso propietario del Candanchú: "¡Huesca, sí se puede! ¡Por pelotas!" O por lo que haga falta. Así que arriba los corazones.