Ilusión a raudales de los aficionados azulgranas más pequeños. Esa ha sido la principal protagonista de la mañana de este martes, cuando la SD Huesca ha abierto las puertas de su entrenamiento que se ha llevado a cabo en el estadio de El Alcoraz ante unas 250 personas. Niños y niñas, y no tan pequeños.
Ha salido un día espectacular en Huesca, con sol y una temperatura agradable que ha hecho incluso quitarse alguna prenda de ropa. Y es que la mañana ha sido redonda, también en ese sentido.
Los jugadores de la SD Huesca se han ejercitado sobre el césped a las órdenes de Antonio Hidalgo pensando en el compromiso de este sábado ante el CD Mirandés, también en el mismo escenario. Una vez finalizado el entrenamiento, los futbolistas se han acercado hasta la grada, donde esperaban los aficionados más deseosos de hacerse con una firma de sus ídolos.
Alguno incluso reclamaba los calzoncillos de los jugadores entre risas de los padres, madres y familiares que esperaban en las filas de atrás. Una afortunada se ha llevado los guantes de Dani Jiménez, con dedicatoria incluida en la palma. Otros han optado por presentar sus botas de fútbol para que Pulido o Soko dejaran estampadas sus firmas. Sin duda, los dos jugadores más reclamados por la afición.
Los presentes han disfrutado de una sesión que ha durado alrededor de una hora y media en la que la única ausencia ha sido la de Javi Pérez. El resto ha estado a disposición de Antonio Hidalgo. En la sesión también se ha dejado ver el presidente del Huesca, Agustín Lasaosa, así como el director deportivo, Ángel Martín González, muy pendiente todo el rato del teléfono móvil.
Los goles de Patrick Soko y Sergi Enrich, sobre todo, han hecho arrancar los aplausos de la grada, que disfrutaba de una sesión de disparos a puerta poco antes de finalizar el entrenamiento. En definitiva, una jornada muy agradable en El Alcoraz de esas que hacen y crean afición.