Sin pelos en la lengua ha salido el capitán Jorge Pulido a zona mixta tras el empate del Huesca ante el Real Oviedo. Un empate que sabe a poco, el cuarto consecutivo, pero que evidencia que al equipo le cuesta un mundo ganar. "La realidad es que no hemos sabido jugar contra diez y hemos estado mucho mejor contra once. No hemos sabido interpretar el partido. Se han quedado con diez y no hemos sabido leer el partido en esa situación", ha explicado.
Con un golazo de bandera ha podido sacar la rabia que tenía dentro tras el penalti cometido pocos minutos antes. "Ha sido un buen gol, a veces sale y otras no. Me he sacado la rabia que tenía dentro del penalti. Lo positivo es que seguimos sin perder en casa".
El Huesca ha cosechado tan solo una victoria desde que cayera eliminado de la Copa del Rey. Sin embargo, el capitán intenta "mirar lo positivo, creo que en El Alcoraz estamos fuertes pero no conseguimos la victoria. Eso te merma un poco. Tenemos que mejorar muchas cosas. Hacemos muchos ejercicios de once contra diez, pero la realidad es que hoy no hemos podido". Confiesa que no sabe si realmente el equipo pasa por el peor momento del curso. Lo que ha dejado claro es que hoy, "en el juego, se ha visto a un Huesca diferente. Hemos intentado hacer cosas con la pelota. No ganamos, pero tampoco perdemos. La temporada es larga".
Ahora es momento de "limpiar la cabeza e intentar conseguir una victoria en Las Palmas, que será difícil, como todos", y con el único propósito de "sacar los 50 puntos como sea". Aunque ha subrayado que no se marca objetivos, de conseguirlos, todo el mundo respirará "más tranquilo".