Las jugadoras del primer equipo del Huesca Femenino alzan la voz "en defensa de nuestras condiciones laborales"

Lo han hecho a través de un comunicado en sus redes sociales y hacen "un llamado urgente" para que se "conserven" las condiciones laborales "adecuadas"

Adrián Mora
Periodista
20 de Noviembre de 2024
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El Huesca Femenino, en una foto de archivo.
El Huesca Femenino, en una foto de archivo.

Lío a la vista. Las jugadoras de la SD Huesca Femenino, que actualmente militan en Segunda Federación Femenina, han hecho público un comunicado que va dirigido a los medios de comunicación, la afición y a la sociedad en general, según anuncian en redes sociales.

"Nos dirigimos a ustedes con la máxima responsabilidad y desde una profunda preocupación por la situación que atravesamos como jugadoras del Primer Equipo Femenino del Huesca (...). Hoy alzamos la voz en defensa de nuestras condiciones laborales, de la dignidad y el respeto que merecemos", comienza diciendo el comunicado.

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En las últimas semanas, "hemos sido testigos de decisiones que amenazan con afectar gravemente nuestro desempeño, nuestra salud y nuestra confianza en el proyecto al que hemos dedicado nuestro compromiso y esfuerzo: la eliminación o falta de personal esencial cualificado para nuestra actividad deportiva, según lo planteado en la medidas del ERE. Éstas incluyen a tres profesionales del área de fútbol femenino que desempeñan múltiples funciones". Esto es: el perfil de Dirección Deportiva, secretaría técnica, 'Team Manager' y delegada de campo y equipo (Azucena Garanto); perfil de segunda entrenadora a su vez analista, utillera y responsable de metodología de la cantera femenina (Natalia Gutiérrez); y el perfil de preparador físico (Adrián Sánchez).

El comunicado habla de "desmantelamiento del fútbol femenino y falta de compromiso hacia el deporte femenino" ya que de los trabajadores afectados por el ERE, un 25% pertenecen al área de fútbol femenino.

Según argumentan en el escrito, dicen que estas decisiones que pretenden llevar a cabo el club con "carácter inmediato, derivan en las siguientes consecuencias: 

1. Vulnerabilidad laboral y personal: el personal técnico y humano especializado en fútbol femenino es esencial para prevenir lesiones y atender nuestras necesidades específicas, por lo que no puede ser sustituidos por perfiles sin experiencia en nuestra disciplina, tal y como plantea el club con los perfiles de Segunda Entrenadora y Preparación Física. Este cambio, a mitad de temporada, pone en grave riesgo nuestra salud y la continuidad y calidad del trabajo técnico y físico realizado hasta ahora, afectando directamente al rendimiento del equipo y desmereciendo la especificidad y profesionalización que exige la competición en la que participamos.

2. Discriminación sistemática: estas medidas evidencian una preocupante desigualdad en el trato hacia el fútbol femenino, relegando nuestras necesidades y esfuerzos a un segundo plano. Es inaceptable que sigamos enfrentando barreras que ya deberían haber sido superadas en una sociedad comprometida con la igualdad.

3. Incumplimiento contractual: al privarnos de las herramientas y condiciones pactadas para desarrollar nuestra actividad, su vulnera lo acordado al momento de unirnos al proyecto de la SD Huesca. Estas carencias comprometen nuestra estabilidad y nos dejan sin las garantías mínimas necesarias para desempeñar nuestro trabajo poniendo en riesgo nuestra seguridad laboral.

4. Impacto en la confianza y en nuestros proyectos de vida: decidimos cambiar nuestras vidas dejando atrás hogares, familias y estudios, para apostar por este proyecto y defender este escudo. Estas decisiones afectan nuestra confianza en la viabilidad y seriedad del club, además de desmotivarnos por el sacrificio que hicimos para estar aquí.

5. Sentimiento de engaño y pérdida de confianza en el proyecto: es profundamente decepcionante que, tras años de compromiso del principal patrocinador, CASADEMONT del GRUPO COSTA, incluyendo el préstamo para salvar al club este verano junto con el GRUPO ARQA, las primeras acciones de la nueva gestión de Ricardo Mur, respaldada por Jorge Costa, sean el desmantelamiento del fútbol femenino. Esto va en contra de los valores de apoyo al deporte femenino promovidos hasta ahora, y las jugadoras sentimos que hemos sido engañadas y nuestra confianza traicionada.

6. Responsabilidad de las instituciones públicas: las jugadoras llaman a la acción de las instituciones locales y autonómicas, como el Ayuntamiento de Huesca, la DPH y el Gobierno de Aragón, para que no se repita lo vivido por nuestro filial la pasada temporada, el cual fue suprimido provocando numerosos daños psicológicos a las jóvenes jugadoras (...).

7. Desprotección frente a otros equipos del club: las jugadoras reconocen la difícil situación económica del club, pero resulta evidente que los recortes no se aplican equitativamente y contradicen el comunicado del ERE del club que aseguraba redoblar su apoyo al fútbol femenino. Está claro que estamos enfrentando una mayor desprotección e inestabilidad.

8. Impacto en la cantera y las niñas: las decisiones del club no solo afectan al primer equipo, sino también a las niñas de la cantera que ven en las jugadoras a sus referentes. Estas medidas envían un mensaje de desmotivación y desigualdad, perjudicando el futuro del fútbol femenino en Huesca.

Por todo lo expuesto anteriormente, las jugadoras del primer equipo hacen un "llamado urgente":

En primer lugar a la directiva del Huesca, a los organismos deportivos y a las instituciones públicas responsables para que se "conserven las condiciones laborales adecuadas, con el personal especializado y los recursos indispensables para nuestro desempeño profesional, hasta final de temporada; momento en el que el club podrá tomar las decisiones que considere oportunas sobre el futuro del equipo y nosotras podremos decidir con total claridad sobre nuestro futuro personal, laboral y deportivo".

A su vez, solicitan que se escucha su voz para tomar "medidas pertinentes para asegurar que situaciones como esta no se repitan (...) No pedimos privilegios, sino condiciones justas y dignas para realizar nuestro trabajo en igualdad de oportunidades".

Finalmente, las jugadoras aseguran que "seguimos comprometidas con la afición y el escudo, pero también exigimos el respeto que merecemos como mujeres, como deportistas y como trabajadoras".

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