Roberto Mollinedo encontró en Juliana Giraldo y Nikté Sotomayor a las dos “perlas” latinoamericanas que se han convertido en dos puntales del Bádminton Huesca La Magia con sus participaciones en el primer equipo. La juventud de la colombiana combinada con la experiencia de la guatemalteca, un cóctel explosivo plasmado en juego y resultados.
Juliana Giraldo ha tenido una participación triunfal. Apenas aterrizó de Colombia disputó sus primeros encuentros con el equipo B, en Primera Bronce, en plena fase de adaptación. Pero su destino era el Primera Oro y con él ha estado en las dos últimas jornadas, también victoriosas. Llegó a Huesca avalada por una trayectoria emergente y como primera raqueta de su país, con el que hace unos meses conquistó el título del Campeonato Iberoamericano.
“Llevo dos meses y medio, muy feliz de poder estar aquí y de haber podido jugar todas las jornadas. La primera jugué con el equipo Bronce para adaptarme porque solo llevaba cuatro días en Huesca. Y las otras dos jornadas con el equipo de Oro. Se nota mucho la diferencia, porque hay mucho más nivel en Oro, y muy feliz de haber podido aportar al equipo”, afirma Giraldo.
Su llegada se produjo, recuerda, gracias al contacto de su entrenador en Colombia con Roberto Mollinedo, “al que conocíamos desde 2019, dijo que necesitaban una mujer para el equipo y aquí estoy”.
Y se muestra satisfecha de su estancia, “me ha gustado muchísimo en cuanto a los entrenamientos, las personas… El trabajo que se hace es muy fuerte y exigente, la gente es muy amable, algo que no se ve mucho en España. Muy feliz de poder estar aquí”, asevera, porque “me gusta mucho el ambiente, es muy chévere. Los chicos, el entrenador… todo muy bien”.
Ante la jornada final de este próximo sábado, se muestra optimista. “La veo muy bien y estamos muy contentos de estar segundos y con la posibilidad de subir a la División de Honor. El equipo ha hecho un buen papel y sé que nos va a ir super bien jugando en Huesca, en casa, y se va a cumplir el objetivo”.
Pese a su juventud, está acostumbrada a manejar la presión y los nervios. “Son partidos de nivel, con jugadores que tienen mucha más experiencia. El juego en Europa es muy diferente al de Latinoamérica. Poco a poco me he ido adaptando y he hecho un buen papel”.
En su opinión, y al concretar sobre esa diferencia de estilo al que alude, “en Europa el juego es de mucha presión y en Latinoamérica es más lento y pausado, eso también hace que el volante sea mucho más pesado. Nosotros no estamos acostumbrados a eso porque aquí es presión, presión, presión”.
También destaca la figura de Roberto Mollinedo. “Es un gran entrenador, desde que llegué sentí todo su apoyo, siempre ha querido ayudarme. Hacia él mi admiración total y gracias a él estoy jugando la Liga y entrenando acá, potenciando mi nivel”.
Cuando acabe la Liga el sábado, volverá a su país porque debe jugar el Panamericano. ¿Tendremos a Juliana Giraldo de vuelta en Huesca? “Tal vez me puedan ver por aquí. Lo tengo planeado pero vamos a ver qué sucede y si se puede cuadrar todo en Colombia”.
NIKTÉ, EL REFERENTE DE GUATEMALA
Acompaña a Juliana Giraldo en la conversación con EL DIARIO DE HUESCA la otra jugadora extranjera del Huesca La Magia, Nikté Sotomayor. “Lastimosamente no me puedo quedar para la ultima fase de la liga, pero estoy muy contenta y esperando que gane Huesca”, señala. Y es que la jugadora de Guatemala emprende vuelo a su país este viernes día 4 -así estaba comprometido- ya que debe incorporarse para afrontar el Panamericano con su país.
Nikté ha permanecido en Huesca un mes y participó en la pasada jornada, tiempo suficiente para ser otro puntal en el equipo. “Ya conocía a Roberto, me pidió que viniese un mes y ahora estoy pensando en la clasificación para los Juegos Olímpicos dentro de cuatro años. La próxima semana los Panamericanos, que es mi objetivo”, comenta.
En el club oscense se ha encontrado con “un ambiente super familiar, muy chévere, me han apoyado muchísimo en los entrenamientos y me voy muy contenta. He visto un nivel bastante alto. Estoy super asombrada del nivel que tienen, los chicos vienen muy bien y van a estar subiendo”.
En cuanto a la aportación de Roberto Mollinedo, destaca su experiencia. “Ya estoy un poquito mayor para el bádminton -tiene 30 años-, he ido a los Juegos Olímpicos y con él he trabajado en detalles y pulir algunos aspectos técnicos”.
Nikté Sotomayor despuntó desde muy joven con el deporte de la raqueta y el volante y ha cosechado numerosos éxitos en Centroamérica y Sudamérica, con el punto de inflexión que supuso la medalla de bronce en los Panamericanos de 2019 que le abrió las puertas para disfrutar de los Juegos Olímpicos de Tokio. Es todo un referente del deporte femenino de su país.
Se despide con pena y con un deseo: “Me da mucha pena no poder estar el sábado. Les deseo todo el éxito del mundo para que podamos ascender”.