Kevin Carlos toma el relevo de Ramón Murillo, el último oscense en anotar con la SD Huesca

Murillo no tiene duda: Kevin Carlos está ahí por “méritos propios, me consta que ha trabajado mucho”

Periodista
05 de Septiembre de 2022
Ramón Murillo, en el Camp Nou, en la eliminatoria entre el FC Barcelona y el Huesca en 2014.

El gol de Kevin Carlos ante el Ibiza esfumaba un registro que poseía hasta el domingo Ramón Giménez Murillo, un oscense que podía presumir de ser el último en anotar un gol con la camiseta del club de su ciudad. Fue un 20 de abril de 2014, en el Cerro del Espino, cuando el Huesca todavía campaba por los campos de Segunda B. No hace tanto. Allí, en el banquillo, esperaba su turno un joven canterano de 18 años que todavía era juvenil. “Me acordaré toda la vida: salí del banquillo junto a Sergio Sánchez, también oscense. Él metió el 1-2, el Atlético de Madrid B nos empataron en el minuto 85 y yo, en el 90’, metí el 2-3 final”, recuerda Murillo. Curiosamente, ese partido también lo disputó Samu Saiz, que anotó uno de los dos goles de su equipo antes de que el Huesca lo fichara la siguiente temporada.

“Como supongo que todos los oscenses de pura cepa, sigo mucho al Huesca y me consta que Carlos ha estado trabajando duro y ha seguido intentándolo. Realmente no ha tenido muchas oportunidades porque no se las han dado, pero ayer se la dieron y la aprovechó. No hay mejor forma de decir: estoy aquí”, explica orgulloso el exjugador azulgrana.

No tiene dudas: “es un jugador que te puede resolver partidos. Una persona que, como en el día de ayer, te abre el partido”. Y explica que aunque la “veteranía” es un grado en el fútbol, “tienes a una persona joven como él, con esa medida, corpulencia, con ese juego de cabeza, que te las bajas”. Murillo describe la ejecución del gol que abrió la lata en El Alcoraz y no deja de asombrarse por lo que hizo el canterano. “Lo que hace es de un jugador veterano; ve que llega el centro, toca al central para desequilibrarlo, lo avanza hacia adelante y remata”.

Sabe muy bien lo que es debutar con el primer equipo y todo el camino que hay que recorrer hasta tener una oportunidad. Murillo estuvo desde prebenjamín. “Pasas por todas las categorías y lo que quieres es llegar al primer equipo. Un día te llaman, te hacen jugar y metes un gol”. En la 2013/14 disputó seis partidos con el primer equipo, tres de estos como titular. En medio de una temporada sobresaliente con el División de Honor Juvenil, con el que logró un subcampeonato histórico con una hornada de jóvenes jugadores oscenses fabulosa, Murillo firmó el contrato con el primer equipo en febrero de 2014. “Me hicieron entrenar únicamente con el primer equipo y recuerdo que estaba disfrutando como un enano en la División de Honor, en la liga del norte, y Quique García me decía que no podía entrenar con el juvenil, que tenía que hacerlo con el primer equipo. Tenía 18 años, quería pasármelo bien con mis amigos y me enfadaba”, recuerda.

David Navarro le dio la oportunidad a base de minutos. “Debuté contra la Real Sociedad B, ganamos 0-1 en el minuto 90 con gol de Camacho con uno menos por expulsión de Llamas”, recuerda como si fuera ayer. A partir de ahí, “me empezó a meter; el siguiente lo hice como titular. Dejé de jugar con el División de Honor, que para mi era una faena, pero luego pensaba que estaba jugando con el primer equipo de mi ciudad, que era lo que siempre había querido. Me acuerdo de ver a Tariq en Segunda División, en gol sur, y decir: ojalá fuera yo Tariq. Después estaba jugando con él. Fue un sueño”.

Como buen oscense y canterano de la SD Huesca, sabe lo que le gusta a su afición. La garra y el alma es lo que reclama el respetable, por lo que “aunque no ganes, lo importante es que se vea reflejado el esfuerzo de un canterano en el primer equipo”. Y para ello pone el ejemplo de Pablo Tomeo, “que hizo un gran partido, y lleva repitiéndolo varios días. El chaval no desentona, al revés, lo veo por encima. Ver a alguien de Huesca pelear con esas ganas para intentar hacerse un hueco en el primer equipo, lo agradece”.

Al final, “saldrán las cosas bien o mal, pero la gente lo que agradece es una persona que se parta la cara y Carlos se la parte por el equipo, que lucha y pelea. Está ahí por méritos propios. Insisto, me consta que ha trabajado mucho. Seguro que esto es el inicio de su gran andadura con el Huesca”. ¿Un consejo para el chaval?: “En casa se está mejor que en ningún sitio”.

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