Alessio Lisci, entrenador del Mirandés, ha asegurado este viernes lo mucho que le gusta el Huesca y lo “brutales” que son los azulgranas a balón parado. Y también está en la creencia de que la salvación no es la lucha de los oscenses tras haber dicho Antonio Hidalgo que ambos conjuntos son rivales directos. El caso es que el Mirandés sufrió en Elche la primera derrota de la temporada, pero considera Lisci que su equipo dio la cara, estuvo competitivo y quizás hizo más concesiones que en jornadas anteriores.
Sobre el Huesca: “Es una plantilla que me gusta mucho. Lo dije el año pasado. Encima han mejorado porque han firmado donde tenían más debilidad. Tienen mucho físico, mucha velocidad y talento arriba, además de experiencia. Son brutales a balón parado. Tienen lanzadores ‘top’ en la categoría y rematadores ‘top’ y defienden muy bien. Me sorprende hasta cierto punto. Es un equipo que va a molestar a cualquiera”.
La baza del contragolpe: “Ellos te atraen para generar espacio a la espalda y golpear para desde ahí generar también balón parado y esa verticalidad que les está dando mucha ventaja. Tenemos que ser capaces de saltar en presión en ciertas zonas donde luego no nos hagan daño con esos balones y limitar el número de pérdidas porque ellos son muy buenos en transición. Es un equipo que igual no es muy vistoso, pero es muy difícil de superar. Están cómodos con balón y sin balón y esa es su fortaleza”.
Hidalgo y el rival directo: “Es normal que ellos digan eso. Los entrenadores jugamos a escondernos. Bajo mi concepto, por el entrenador y la plantilla que tienen, me extrañaría mucho que luchen para salvarse, pero porque hacen las cosas bien. No les veo en la quiniela de luchar con nosotros. Ojalá lo hagan porque sería un equipo más en la pelea”.