Cuando la semana pasada contamos que el Lobe Huesca la Magia había conseguido la salvación matemática, faltamos a la verdad, y es que, en nuestro afán por no pasar apuros las últimas jornadas, pasamos por alto un detalle. Para tener la salvación asegurada, era necesario un hecho tan aparentemente fácil de conseguir que lo omitimos, y que no era otra variante que conseguir presentarse a los dos partidos que quedan con al menos 8 jugadores. El no hacerlo acarreaba una sanción de puntos y que el descenso fuese de nuevo una opción real. Y vista la realidad de la semana con un viaje a Menorca, con 3 lesionados y 3 tocados en el primer equipo y sin que el club quiera mandar a canteranos al viaje el mero hecho de presentarse al partido ha sido un milagro. Finalmente, Francho Lascorz y Pablo Gállego han completado una expedición que algún miembro de la directiva del club quería completar con jugadores lesionados y sin tener el visto bueno de los médicos para jugar. Lo nunca visto.
Y viendo todo el panorama, con solo 6 jugadores habituales desplazados y enfrentándose al segundo clasificado, la victoria era una utopía y competir era un objetivo tan claro como difícil de conseguir. Y se ha logrado. Hasta el minuto 37 los menorquines no sentenciaban el triunfo.
El partido comenzaba con los de Cerdán sin miedo al rival y consiguiendo las primeras ventajas gracias a un quinteto inicial inédito y muy acertado. La alternancia entre defensas individuales y defensas zonales paraba el ritmo y efectividad de los locales y espoleaba a los peñistas (18-23, minutp 8).
En este momento y todavía sin finalizar el primer acto, los baleares han metido en pista a su tercer pívot viendo que no carburaban ni el titular ni su primer suplente. Por su parte, los peñistas mandaban a Malo al banquillo para tomar un merecido descanso. En su lugar no ha podido entrar otro pívot. No lo hay. Plantillas con puestos triplicados contra plantillas con puestos que no están ni duplicados. Como jugar al ajedrez sin peones. Se puede ganar, pero es muy difícil.
En el segundo cuarto los de Javi Zamora han querido cambiar de cara y apretaban en defensa, imposibilitando las canastas oscenses durante un buen tramo del partido y dando la vuelta al marcador (25-23, minuto 12).
Cuando más parecía que querían romper el partido, Adom tomaba las riendas con Rubín ejerciendo de escudero en ataque y se volvía a encontrar la fluidez en ataque gracias a jugadas de pizarra ejecutadas hasta el final (33-35, minuto 18).
Sin embargo, Edwin Jackson, de lejos el mejor jugador de la categoría, se ha echado el equipo a hombros hasta el descanso y daba la victoria parcial a su equipo (38-37).
Tras la reanudación, primer intento de matar el encuentro de los menorquines, muy enchufados atrás y consiguiendo canastas fáciles (54-44, minuto 25). Todavía había piernas en la corta rotación del Lobe que, gracias a una gran actuación coral a lo largo del tercer cuarto, han sobrevidido en el partido llegando vivos al último cuarto (59-51).
En los últimos 10 minutos el equipo lo intentaba, protagonizando varios conatos de remontada. Sin embargo, la mayor profundidad del banquillo menorquín (12 jugadores con minutos frente a 7 oscenses), ha hecho que estos amagos fuesen en vano y que la victoria se quedase en las islas por un resultado final de 80-69.
Mención especial a los canteranos Francho Lascorz y Pablo Gállego que han hecho su debut en LEB Plata.
Cinco inicial: Rubín de Celis 18, Adom 24, Baltasar 13, Yarnoz 8 y Malo 3. Además, Rodríguez 3, Vukcevic, Lascorz y Gállego.