Ficha técnica
Cinco inicial: Rubín de Celis 24, Adom 19, Yarnoz 6, Lafuente 9 y N'Guessan 12.
Fernández 3, Rodríguez y Stosic
Dice el refrán que la vida da una de cal y una de arena, y no iba a ser menos en esta época navideña. Tras el mazazo que fue la derrota del pasado miércoles contra Menorca, ha llegado la merecida victoria en tierras valencianas. Victoria que, eso sí, ha habido que sudar y mucho para lograrla.
El partido empezó parejo. Muestra de ello fue el empate a 17 con el que se llegó al final del primer periodo. Por parte de los peñistas, Rubín de Celis sostenía al equipo con 8 puntos en su primera titularidad, mientras que el canterano Álex Fernández hizo su debut en la categoría con 7 minutos y un triple anotado.
En el segundo cuarto, los oscenses dieron un tirón. Rubín seguía con la muñeca fina y el equipo conseguía puntos fáciles en transición (24-32 min 17).
Sin embargo, en un arreón final antes del descanso, Alginet equilibró el choque de la mano de Verdeguer con un acierto sobresaliente desde la línea de tres (31-34).
El tercer cuarto empezó con los oscenses imponiéndose en todo a su rival. Hunter Preston era el único que parecía capaz de romper los parciales de un equipo visitante que inició la segunda parte a gran ritmo (37-49 min 26).
Pero a partir de aquí, Lobe Huesca empezó a echar en falta hombres de refresco que diesen descanso a los titulares. Con Luis García lesionado, tan solo Stosic, Rodríguez y el canterano Fernández daban un respiro al quinteto inicial. Urgen refuerzos ya. Victorias con 7 fichas profesionales en pista van a llegar pocas.
Alginet, sin mucho acierto, pero con más piernas y pulmones que los peñistas, comenzaban a imponer un juego algo más trabajo, más lento, pero que potencia su estilo. Poco a poco empezaron a reducir estos 12 puntos de desventaja hasta que se llegó al último minuto con 59-63 en el marcador y balón para Lobe Huesca la Magia.
En nuestro ataque falló Rubín de Celis sobre la bocina, y el Alginet hizo lo mismo.
Poco más de medio minuto y continuaba el 59-63 con balón peñista. Fallamos el ataque, pero Lafuente captura el rebote y, tras recibir una falta, irá a la línea de tiros libres. Falla los dos y Alginet se lanza al ataque.
Stosic, a 9 segundos del final hace un tapón que manda el balón a la grada. En su segundo intento, los valencianos fallan pero el balón es palmeado y sacan de fondo con 5'5 segundos de partido. Recordemos, todavía con 59-63 en el marcador.
Ponen el balón en juego y Stosic hace falta al tirador. Tres tiros libres para Alginet. Fallan el primero. 59-63. Anotan el segundo. 60-63. Fallan el tercero, a propósito de una forma descarada al borde del reglamente y cogen el rebote. El balón le llega a un jugador local, a 8 metros y totalmente cubierto que, sobre la bocina, anota un triple que entra tras estar a punto de romper el tablero de la canasta. Lo increíble había vuelto a suceder. Otra vez. 63-63. Parecía que volvía a tocar la de cal...
Pero no. Este deporte continúa siendo indescifrable. Cuando un equipo ha sufrido las derrotas que ha sufrido este año Lobe Huesca la Magia, con lo que acababa de pasar en pista, con la falta de efectivos que acumula la plantilla, hoy además acentuada por las 5 faltas de Yarnoz, lo normal es que ese equipo se vaya a la lona y no se levante.
Pero no, haciendo un símil con el boxeo, la cuenta del árbitro llegó hasta 9. Pero en el último segundo, los oscenses se levantaron y golpearon con fuerza. El dominio en el rebote, y la clarividencia final de Rubín de Celis, de Lafuente y de N'Guessan desde el tiro libre dieron la victoria en una prórroga heroica a un equipo que despide el año con una alegría, pero con mucho trabajo que hacer. Especialmente en los despachos.