Manolo Torres ya no es presidente de la SD Huesca. Lo ha anunciado de manera oficial este miércoles en una sala de prensa de El Alcoraz prácticamente llena. "Prefiero que las palabras salgan del corazón. Dejo de ser presidente", ha comenzado argumentando el ya expresidente del club azulgrana, quien visiblemente emocionado en una parte de su discurso se ha acordado de las personas más cercanas que han estado junto a él en estos 11 años, periodo en el que ha estado en el club con uno u otro cargo.
"Es difícil expresar lo que supone representar a un club al que llegas a amar. Son emociones y me cuesta tratar de expresar lo que ha significado para mí", ha añadido. También ha reconocido que este proceso ha llevado "un desgaste, y el club ha entendido que era el momento de separar nuestro camino, y yo he compartido esa decisión. Es bueno para el club y para mí. Cuando se juntan dos nubes hay tormenta".
En esa misma línea ha dejado claro, a la pregunta de qué es lo que ha pasado para llegar a esta situación, "todos los procesos y las relaciones se desgastan. Lo deseable y sano es tomar esa decisión". Se le ha preguntado por la evolución que ha tenido el club desde 2012, cuando se "soñaba con hacer grandes cosas". En 2019 "lo consiguió y se enfrentaba al momento más delicado de su historia, que podía acabar con la extinción de la personalidad jurídica. Ahora ha crecido muy rápido y crece con aciertos y errores".
Torres deja el club después de una trayectoria de más de diez años, en primera fila desde 2019 cuando asumió la función de Consejero Delegado después del Caso Oikos. El ya expresidente ha agradecido la labor de los trabajadores del club, "donde solo he encontrado trabajo y respeto. Es de un absoluto mérito". También se ha acordado de todos los entrenadores, "con los que compartí momentos muy buenos, con mi admirado Míchel, Pacheta, Nacho Ambriz, Xico y Cuco Ziganda, un descubrimiento y extraordinario entrenador".
También ha tenido palabras para Rubén García, exdirector deportivo del Huesca, y para su sucedor, Ángel Martín González, presente en la sala. En los jugadores "solamente he encontrado respeto", a la vez que agradecía "el viaje" junto a sus cumpañeros del consejo de administración. A Javier Tebas, presidente de la LaLiga, "que me ha tratado con respeto". La afición ha sido una pata importante en su discurso de despedida, porque "sólo han tenido palabras de aliento y apoyo". Ha pedido "perdón por los errores", pero dejando claro que "han sido en el convencimiento de que podían favorecer al Huesca". Para la prensa, también "gracias, porque me he sentido tratado con respeto y debo reconocer esa cercanía".
Pero, sin duda, han destacado dos personas por encima del resto: Pedro Ibaibarriaga y Pedro Camarero. Ahí Torres se ha emocionado. "Muchas jornadas de viaje, muchas derrotas, vueltas sufriendo... Con Pedro (Camarero) es con la personas que más he discutido en los últimos años, siempre con la honestidad de decirnos las cosas a la cara. A mí mujer que está aquí. Ellos son los depositarios de los desvelos y de los buenos y malos momentos".
Finalmente a la Sociedad Deportiva Huesca, "gracias por todas las enseñanzas: Séneca decía que enseñando se aprende. A ser quien se es. Gracias al Huesca, he aprendido a conocerme mucho mejor".
En la comparecencia, que no ha sido emitida por streaming como en otras ocasiones y que ha terminado con un aplauso de la sala, ha estado acompañado por todo el consejo de administración y comisión ejecutiva, a excepción de Fernando Callizo, quien ha excusado su presencia, y Agustín Pueyo.