Oikos: 52 meses desde el comienzo de la instrucción eterna y a la espera de la jueza

Sociedad Deportiva Huesca, Agustín Lasaosa, Pryobras-Jesús Sanagustín y Carlos Laguna, oscenses en espera de la decisión de la magistrada

28 de Septiembre de 2023
Estadio de El Alcoraz.

Este 28 de septiembre se cumplen 52 meses desde el inicio de la Operación Oikos, aquellas detenciones "de película" que han marcado un antes y un después en la Sociedad Deportiva Huesca, que hubo de suplir la vacante del presidente Lasaosa (renunció para preservar el buen nombre del club hasta que se sustanciara el proceso judicial), y en las vidas de la propia Sociedad Deportiva Huesca, de Agustín Lasaosa, Juan Carlos Galindo (desde hace meses archivada la causa contra él), Carlos Laguna (sometido a una verdadera tortura, un hombre de su probidad contrastada), Jesús Sanagustín y su empresa Pryobras, el exjugador Íñigo López y un largo rosario de investigados.

La instrucción, cuya largura obedece a la peculiar concepción judicial del tiempo (lo que para el resto es un suplicio, para quienes la imparten es una sucesión de diligencias e instrucciones sin alma), se prolongó más de 50 meses hasta que ya no hubo nada más que constatar, con un botón de muestra sobre la actitud que exaspera a los implicados: el peritaje de tres facturas que, además, fue controvertido se alargó durante meses a pesar de que su coste total no explicaría en absoluto el montante que se pretendía justificar de unas presuntas primas a terceras (250.000-270.000 euros). En medio de todo, desde aquel 28 de mayo de 2018, una serie de episodios chuscos propios de Torrente con presiones a Lasaosa para que renunciara a todo y vendiera el club, con insinuaciones de un agente a la mujer de Iñigo López e interrogatorios surrealistas como el que sufrió Luis Ardid en la característica retórica judicial.

Sea como fuere, en julio se puso fin a la instrucción y todo quedó al albur de lo que decida la Juez de Instrucción número 5: si sobresee, si archiva la causa, o se inclina por abrir vista oral. En medio, el caso Osasuna y la sentencia en la que una sala del Supremo estipuló que las primas a terceros no pueden ser englobados en un tipo ilícito porque no vulneran, al contrario, la competición. Y aquí, esperando, después de meses de huelga de funcionarios judiciales que habrían aliviado el día a día de los magistrados, llegamos al mes 52 de la tensa y deprimente espera de quienes sólo reclaman justicia. Que, como dice el viejo aforismo, cuando es lenta, no es tal.

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