Jordi Martín fue uno de los jugadores más destacados del Huesca 3-1 Cádiz del pasado viernes. Sabe que "veníamos de una inestabilidad porque es cierto que en las primeras partes nos costaba un poco entrar". En cambio, ante el conjunto gaditano, "fue un partido muy completo y estuvimos estables. El rival prácticamente no nos hizo daño. La palabra es estabilidad". Esa que él mismo busca de cara a tener más participaciones consecutivas en los onces iniciales.
Ahora llega el Albacete Balmpié este domingo y el jugador espera "un campo prácticamente que está lleno. Eso lo notamos mucho y creo que tiene que seguir así". En cualquier caso, y pese a que el Huesca viene con la moral por las nubes, "sería peligroso creérselo. Nadie te regala nada en esta Segunda División tan reñida".
Su posición en el centro del campo, donde dejó gratos detalles de calidad y visión, sorprendió a propios y a extraños aunque para él no es algo nuevo: "Me encuentro bien. Había jugado ahí bastante, pero en los últimos años jugué en banda. Me encuentro cómodo en el medio y puedo aportar bastante al equipo. Estoy agradecido con Antonio (Hidalgo), que me pide que compita y que saque mis virtudes. En cualquier parte del campo hay competencia, ya sea en el lateral izquierdo o en el centro del campo".
Martín ha disputado dos partidos como titular en los que ha anotado un gol; el que le metió al Córdoba para cerrar la goleada. Respecto a las variaciones del míster en el once titular, dice que "estamos teniendo todos oportunidades y nos tiene a todos enchufados. Está gestionando bien el vestuario y por eso estamos donde estamos. Cuando vamos todos en una dirección es todo mucho más fácil".
El secreto del día a día -dice- "es que somos una familia y eso facilita mucho las cosas. Estoy muy a gusto aquí y es gracias a los compañeros y el cuerpo técnico".
El equipo volvió al trabajo el martes por la tarde tras descansar el lunes y el miércoles por la mañana la plantilla se ha vuelto a ejercitar en la BAF.