Es uno de los temas que sobrevuela en la previa del Huesca-Las Palmas que se disputa este sábado en El Alcoraz. Esa es, desde hace un par de meses, una fecha marcada en rojo en el calendario de los azulgranas, pues se trata del regreso de Sandro Ramírez a Huesca tras su convulsa salida el pasado verano de la entidad oscense.
El delantero canario, que está cedido en Las Palmas con opción de compra a final de la presente temporada, no podrá jugar el sábado por la famosa "claúsula del miedo" que se incluyó en su contrato de cesión.
En cualquier caso, ese contrato refleja que, en caso de jugar ante el Huesca -ya sea en la ida en El Alcoraz o en la vuelta en el Estadio de Gran Canaria-, Las Palmas deberá abonar una cantidad económica al Huesca. Pues bien, el actual líder de la Liga Smartbank está pensando en alinear o no al delantero, sabedor de que en caso de hacerlo deberá indemnizar a la entidad oscense.
El club está en su derecho de citar al jugador, hacerle viajar hasta Huesca y no jugar. En ese supuesto, no se incumpliría ninguna claúsula del contrato y Las Palmas no debería abonar ni un céntimo.
Sandro fue titular en el último partido que Las Palmas disputó el pasado domingo, jugando 76 minutos. Un gol de Jonathan Viera en el 92' acabó por decantar la balanza para los locales y conseguir la victoria ante el Cartagena.
A mediados del pasado mes de agosto se firmó el contrato de cesión. En este se incluía que la cesión tenía un coste de algo menos del medio millón de euros. En caso de lograr el objetivo del ascenso a La Liga, Las Palmas pagaría un millón de euros al Huesca.
Hasta el momento, el jugador ha participado en seis partidos con la UD marcando un gol y repartiendo una asistencia.