Ficha técnica
CD Mirandés: A. Herrero; Raúl Parra, Álex Martín, Prados (Manu García 74'), Nico Serrano (Roberto López 79'), Raúl (Serrano 90'), Salinas, Pinchi (Paulo 79'), Raúl Navas, O. Rey (Mraz 90') y Barbu.
SD Huesca: Andrés Fernández; Ratiu, Timor, Jorge Pulido, Vilarrasa (Villar 82'); Kento, Cristian Salvador (Escriche 72'), Gerard Valentín (Kanté 72'), Marc Mateu; Juan Carlos y Carrillo (Tomeo 72').
Árbitro: Mateo Busquets. Amonestó con tarjeta amarilla a Kento por el Huesca y a Salinas, Raúl Navas, Beñat Prados y Barbu por el Mirandés.
Goles: 1-0, minuto 70: Salinas. 1-1, minuto 93: Ratiu.
Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga Smartbank disputado en el estadio Municipal de Anduva. 2.736 espectadores.
Ni rastro de la buena melodía escuchada hasta ahora. Pero quizá ese es el secreto de este Huesca de Ziganda: que aún ni mereciendo puntuar, lo hace. Se le olvidó competir por momentos y solo pudo celebrar un empate a uno en su visita a Anduva ante un Mirandés que para nada demostró que es colista en la clasificación. Avisó desde muy pronto con ocasiones muy claras en un choque que se fue igualando a medida que pasaban los minutos. En la segunda parte, aunque el Huesca mejoró, los chicos de Ziganda encajaron un gol tras dos jornadas consecutivas sin hacerlo. Al final, la fe y el saber sufrir le hizo sumar un punto que sabe a gloria bendita.
Sin ideas, impreciso e incómodo estuvo el Huesca en la primera media hora en Anduva. No fue capaz de hilvanar juego de provecho porque estuvo precipitado y ansioso con balón. No supo tenerlo. A eso se suma que le costó un mundo entrar en el partido, en las primeras jugadas, ante un Mirandés que se acomodaba en campo rival y que decía "aquí estoy yo".
En la segunda titularidad para Cristian Salvador no logró que el fútbol pasara por sus botas y es que tuvo que destruir más que crear. Sí que lo intentó con el ímpetu que le caracteriza, pero delante tenía a un rival que se iba para arriba sin ningún tipo de complejo.
Beñat Prados probó fortuna con un disparo desde la frontal del área enganchando un balón llovido que se fue a la izquierda de Andrés. Era el primer aviso de la tarde de los castellanoleoneses. Justo antes de que Kento viera la amarilla antes del cuarto de hora.
En el 18', Raúl García comenzó con su retahíla de remates, que al final fueron de todos los colores y fue un auténtico dolor de cabeza para la zaga azulgrana. El primero, de cabeza, tras un error en la salida de balón de Salvador y posterior centro al punto de penalti. En el segundo, el delantero cedido por el Betis le ganó un duelo en carrera a Timor y se plantó solo ante Andrés. De nuevo una tarde más, San Andrés volvió a aparecer para negarle el tanto. A la siguiente jugada, disparo raso al palo largo del meta azulgrana que, de nuevo, tuvo que emplearse de lo lindo para despejar a córner. La tercera clara para el delantero llegó con un disparo a la media vuelta que se fue rozando el palo. Pinchi tuvo una con la puntera pero no llegó por centímetros. Hasta entonces, ni rastro de la fiabilidad de ese Huesca al que era casi una quimera hacerle un disparo a puerta.
Salió convencido el Huesca tras el paso por vestuarios, con ganas de hacer el primero. Avisó Kento en un rechace de un córner. Con el portero vencido en el suelo al ir a despejar el balón, el japonés armó una volea con la zurda y el cuero se estrelló en la pierna de un defensor cuando ya se cantaba el gol. Pero seguía faltando control real del partido. En esa mejoría encontró el gol el Huesca, aunque en fuera de juego, de esos que deciden desde la pantalla del VAR por milímetros. Marc Mateu colgó un balón para Kento. El japonés peinó y Gerard Valentín, solo en el segundo palo, bate a Alfondo Herrero. El ex del Lugo se encontraba en fuera de juego.
Una pérdida de Valentín en el costado derecho propició un disparo de Serrano, fuerte y a un lado para hacer trabajar a Andrés. El partido se había convertido en un toma y daca en el que cualquiera que lo podía llevar. El Mirandés cometió un error muy grave en la salida de balón. Salvador cuerpeó, superó a un defensor y se plantó solo ante Herrero, que tapó muy bien y esfumó el peligro. El partido estaba precioso para el espectador neutral.
Y de perdonar, a pagarlo. Raúl García dejó la última pincelada en el partido superando a Timor y poniendo un pase atrás para que Salinas, que recibió solo, batiera a Andrés, quien esta vez sí que no pudo hacer nada. Era el minuto 70.
Tras el gol Ziganda, movió el banquillo y entraron Kanté, Escriche -que volvía después de un largo mes- y Tomeo. El Huesca no lograba marcar al equipo que más tantos recibe en casa. El colegiado anuló un gol a Roberto López por fuera de juego cuando su equipo esperaba agazapado en su campo buscando algún contraataque.
La capacidad de sufrimiento -porque lo de hoy no se le puede achacar a otra cosa- permitieron sumar un punto bañado en oro. Fue en el último minuto, en un córner botado por Marc Mateu que rechazó de cabeza un defensa local. El balón le volvió a llegar hasta los pies del zurdo. Insistente y certero esta vez, colgó de nuevo el cuero al área pequeña para que Ratiu, completamente solo y libre de marca, rematara con la cabeza al fondo de la red. Alegría desatada en la parroquia azulgrana, sabedora de que suma incluso cuando menos lo merece.