"Esto es un paraíso del ciclismo". Es la frase que utilizaba para describir la Quebrantahuesos el exciclista profesional Javi Ramírez, pero bien podría extrapolarse a cualquier otro participante. La marcha cicloturista de Sabiñánigo ha vuelto a enamorar un año más a los amantes de la bicicleta.
De Sabiñánigo rumbo a Jaca, por la autopista nueva en un nuevo acierto por parte de la organización. Después, el recorrido ya pica para arriba: Villanúa, Canfranc, Estación de Candanchú, Somport y ya Francia, antes de subir el Marie Blanque. Encarar el Portalet, con más de 20km, es sin duda uno de los grandes esfuerzos, mentales y físicos. El muro de Hoz de Jaca pone el punto y final.
Luis León Sánchez, exciclista profesional que finalizaba en cuarta posición, confesaba que "es la primera vez que veo tanta gente para un evento así. Estoy contento de estar en la salida y esperamos disfrutar y que vaya todo bien". Era la primera vez en Sabiñánigo para el murciano, quien había escuchado "hablar muy bien de la organización. Tengo la suerte de estar al lado de grandes figuras. Es un vento para estar cerca del aficionado. Seguramente cada uno tenga su marca, pero toca disfrutar e intentar hacerlo lo mejor posible".
Berta Fernández, alcaldesa de Sabiñánigo, comentaba que "cada año que vienes es tremendo porque ves una emoción nueva y con esa ilusión. Emociona e ilusiona y no podemos más que estar satisfechos con esta nueva edición". Para la gente de Sabiñánigo es, sin duda, "un día especial; es la fiesta de la bicicleta. Para ellos es un reto hacer, al menos una vez, una Quebrantahuesos".
Miguel Induráin, un fijo absoluto de la QH, subrayaba antes de tomar la salida que el objetivo es "disfrutar de la bici e intentar acabar lo mejor posible". No pasaba por alto el atasco de la mañana, "los nervios que se juntan en la salida, pero después comienza la ruta y cada uno a su sitio y a su ritmo". Analizando la carrera, decía que no tiene ningún puerto favorito, "pero a mi me gustan los largos: Somport, Marie Blanque es duro y exigente, un mítico del Pirineos".
Por su parte, Cristina García, directora General de Deportes del Gobierno de Aragón, ha dicho que como siempre es una jornada "espectacular". No ha dudado en calificarla como "la mejor cicloturista del mundo, y está en Aragón. Estamos encantados de apoyar a esta prueba. Yo creo que es una prueba tan consolidada en Sabiñánigo... está todo colapsado".
Y es que el deporte tiene mucha fuerza, porque "no es sólo el evento en sí, sino que tiene un impacto social, en la gastronomía, en el turismo... Es una publicidad impagable. El turismo deportivo está en auge y hay que aprovechar". También recordaba la presencia de Induráin, un "referente" que es "fundamental" que estén en este tipo de pruebas.
Juanpe López, ciclista profesional del Lidl Trek, tampoco ha querido perderse la gran fiesta del ciclismo. "Es un recorrido espectacular. Venía llegando a meta y le decía a Aleix (Espargaró) que estaba disfrutando como un niño chico. Me llevo un buen entreno, con un buen sabor de boca".
López le prometió a su amigo Aleix que algún día la correría. Y ha cumplido con su palabra. El corredor profesional ha hablado de la realidad que viven en su día a día: "Nosotros, por suerte o por desgracia, estamos mal acostumbrados al profesionalismo. Ayer me estaba haciendo los bollitos y eso me recordaba a mis inicios en el ciclismo".
Javi Ramírez, exprofesional andaluz, daba la enhorabuena a la organización. "Esto es un paraíso del ciclismo. Hemos disfrutado. En Hoz de Jaca me he quedado un poco solo y después ha tocado remar. Lo conozco de entrenar cuando era profesional, tengo familiares por aquí y vengo a veranear. Estoy encantado de estar aquí un año más, volveremos".
Jorge Martín, piloto de Moto GP, también se ha subido a la bicicleta. Aunque ha tenido que remar al final, "creo que he sacado un tiempazo. He tenido buenas piernas y cabeza. Marie Blanque ha sido duro, como lo esperaba". Su compañero Aleix Espargaró iba en la misma línea: "Nos lo hemos pasado muy bien. He llegado con un grupo de seis y ha sido un día muy bonito. Es la hostia poder hacer 5 horas y 26 minutos, pero me he divertido como un niño pequeño y eso es lo que te llevas".
David Ferrer, extenista y un ciclista reconvertido, ha completado su segunda QH y es que empezó hace muy poquito a montar en bicicleta; a raíz de la pandemia. El recorrido, apuntaba, es "precioso, no he hecho tantas carreras, pero de todo lo que he hecho es la que más me ha gustado. El Portalet me gusta, es duro, pero me gusta. El paisaje es espectacular. Lo que peor llevo es la salida, sobre todo porque nosotros somos amateurs y no estamos acostumbrados". Ya en meta, aseguraba que "he disfrutado muchísimo, y me gustaría volver muchos años más. El ambiente es de fiesta".
Veintisiete ediciones entre padre e hijo
Íñigo y Javier, padre e hijo, han disfrutado por tercera vez de la Quebrantahuesos. Uno lleva 24 ediciones a sus espaldas, mientras que el hijo tan sólo tres. El objetivo es bajar de seis horas, decía Javi, mientras que Íñigo quería bajar de siete y medio, algo que nunca ha podido conseguir hasta ahora desde la primera vez que corrió en 1997.
"Cuando yo vine por primera vez ya era una marcha numerosa, pero había 3.000 inscritos. Hay que tener en cuenta que en aquella época no había internet. Tiene unos voluntarios y una organización espectaculares. He estado en marchas en Europa que ya les gustaría acercarse a esta", concluía.