La AD Sabiñánigo vuelve a sonreír. Después de un complicado inicio, no ha sido fácil. Ahora encadena tres victorias en los últimos cinco partidos, y la película ya se ve de otra manera. En la última jornada goleó al At. Ranillas (3-0) y, aunque la moral se va reconstruyendo, "todo el mundo tenemos los pies en el suelo". Son palabras de su entrenador, Ángel Royo, un viejo conocido del fútbol altoaragonés.
"Habíamos empezado tarde, con una plantilla justa de efectivos. El trabajo, al final, da sus recompensas. El equipo empieza a saber a lo que tenemos que jugar. El trabajo colectivo esta primando a lo individual. Competimos cada vez mucho mejor. Es nuestra primera portería a cero, que también es muy importante y nos refuerza", explica a este periódico el preparador.
La renovación en verano fue importante, y es que apenas continuaron tres o cuatro jugadores. "Ahora vamos a intentar traer a otro chico esta semana. Estamos con 17. Cuando empezamos la temporada pusimos como fecha ahora a finales de octubre para cerrar la plantilla. El equipo empieza a tener ritmo. Buscaremos gente que aporte algo diferente a lo que tenemos", añade.
El Sabiñánigo se encuentra ahora en tierra de nadie, en una cómoda décima posición con diez puntos pero sabe que no se puede descuidar ni un segundo porque podría caer al pozo. Hablando de la categoría, Royo dice que "hay un factor determinante, que es según el terreno de juego en el que se juega. Nosotros tenemos unas instalaciones excepcionales. El que quiera ganarnos tiene que jugar al fútbol. Luego hay otros campos diferentes, o de dimensiones más reducidas. Lo decisivo es adaptarse al lugar donde se desarrolla el partido".
Este domingo, el combinado serrablés visita a la Peña Fragatina (12:00h) y, a buen seguro, será un encuentro con dos equipos que "proponen fútbol". Royo recuerda que la Fragatina mantiene el bloque del año pasado, una condición muy importante para cualquier proyecto. Pero sabe que "nos encontraremos cómodos en ese terreno de juego. Será bonito y habrá llegadas", concluye.