La crisis que sufre la Sociedad Deportiva Huesca se acrecienta conforme pasan las semanas y todas las noticias internas del club agravan la sensación sin que se aprecie un atisbo de esperanza. Después de los seis despidos de la semana pasada y de la certeza de que desfilarán más por el mismo tránsito, ahora se ha conocido la importante rebaja salarial para toda la plantilla en torno al 15 %, aunque con distintas cantidades cuyos criterios no han sido aclarados. La propia singularidad de una empresa como el Huesca, donde no hay comité y la protección de datos se suma a una falta de transparencia constatable, contribuye a una desconfianza que no sólo no se atenúa, sino que aumenta.
Forma parte todo del plan estratégico establecido para equlibrar las cuentas, como han afirmado en sus últimas comparecencias los rectores del club, aspecto que por cierto parece harto improbable y es que fuentes internas aluden a una cantidad considerable en la previsión del déficit también para este ejercicio.
El caso es que los empleados de la Sociedad Deportiva Huesca han recibido un correo electrónico particularizado en el que se apela a la s circunstancias económicas para justificar el descenso de los emolumentos en un porcentaje variable, que podría rondar en líneas generales entre el 13 y el 15 por ciento. Por esta tesitura están pasando todas las personas en nómina en principio.
La propia forma de comunicar una reducción en los sueldos, por correo electrónico y sin dar la cara, ha sido criticada, pero es que además el desánimo que luego se traduce en los rendimientos en el terreno de juego ha invadido prácticamente todas las instancias del club.
A estas alturas, fuera de algunas resistencias en la cúpula, pocos o nadie dudan de que existe una urgencia de proceder a la compraventa del club que están procurando las instituciones con el objetivo de salvar los muebles antes de que sea demasiado tarde. Sólo esa perspectiva, de momento, ahuyenta la atmósfera lóbrega que rodea a una sociedad en la que existe la confianza justa en su capacidad de revertir la situación. El ánimo no da para más.