Dicho lisa y llanamente, el patrimonio neto negativo de la Sociedad Deportiva Huesca (en más de 1,3 millones de euros) ha motivado que cada acción ha reducido su valor de los 150 euros nominales a -75 euros, sí, como se lee, 75 euros negativos. La superación de las pérdidas acumuladas del club rebasa holgadamente el capital social y las reservas, principales indicadores que identifican la salud de una sociedad anónima.
En estas tesiturs, viene a suceder que el dinero aportado por los socios en forma de capital (el total del club es de 2,6 millones de euros) y las reservas (beneficios presuntos de otros ejercicios) se ha consumido por las pérdidas que la actividad económica ha generado, esos 15 millones de euros largos de los que informó el club esta semana en el comunicado en el que adelantó un plan de viabilidad y el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que será comunicado el 24 de octubre.
Una situación que será analizada y debatida en la Junta General Ordinaria y Extraordinaria que tendrá lugar el 30 de octubre a las 10:30 en el Estadio de El Alcoraz, en el que se empezará con la designación de presidente y secretario de la Junta y se seguirá con la formulación de las cuentas anuales (balance, cuenta de pérdidas y ganancias, estado de cambios en el patrimonio neto, estado de flujos de efectivo y memoria), el examen del informe de gestión y la propuesta de aplicación del resultado correspondientes al ejercicio 2022/23.
Se censurará o aprobará la gestión social de la Sociedad durante el mismo ejercicio. Por otro lado, se tratará la derogación de los actuales Estatutos y la sustitución por otros nuevos
Igualmente, se aprobará el balance de situación a 30 de junio de 2024 con e objetivo de que sirva de base a la reducción del capital social, previa compensación de las reservas existentes con pérdidas acumuladas, mediante la reducción del valor nominal de todas las acciones, con la finalidad de reestablecer el equilibrio entre el capital social y el patrimonio neto de la Sociedad disminuido como consecuencia de pérdidas, y simultáneo aumento del capital social mediante la emisión de nuevas acciones a suscribir mediante aportaciones dinerarias.
OPERACIÓN ACORDEÓN
El término operación acordeón es conocido sobradamente en Huesca porque fue la salida a la situación crítica del Club Baloncesto Peñas que desembocaría en el exilio del club a Fuenlabrada y en la reducción del valor de las acciones.
En este caso, la voluntad es que, previa a la ampliación de capital con la incorporación de las aportaciones de los grupos Costa y Arqa, la Fundación Alcoraz suscriba acciones con el objetivo de evitar la desvalorización hasta el negativo del valor unitario de cada acción que costó a los socios 150 euros. De esa manera, se pretende que cada título quede en un valor de 50 euros porque los nuevos mandatarios quieren que el Huesca mantenga la masa social que apostó por el club en el momento de su constitución en Sociedad Anónima Deportiva.
Por otro lado, la Junta también recompondrá el Consejo que quedará integrado por Agustín Lasaosa como presidente, Ricardo Mur como consejero-delegado, Alfonso García Vicente como consejero y Antonio García Lapuente como secretario.
La dirección del club quiere que sea el punto de arranque de una nueva realidad en la que lo primero es la estabilización de la realidad societaria junto a la consolidación de la situación deportiva a la que va ligado. Lo prioritario es afrontar una circunstancia tan poco agradable como el ERE e intentar consolidar la doble vía de dirección inversa de ingresos-gastos que es imprescindible para revertir una inercia desastrosa.