Agentes de la Policía Nacional detuvieron a tres miembros de la peña Alcorazados y a un aficionado radical del Real Zaragoza implicados en diversos incidentes contra el orden público con motivo del derbi Huesca-Zaragoza. Por la tarde, un hombre solicitó presencia policial en la calle del Parque y aseguró que, cuando se encontraba con un grupo de amigos, había sido abordado e intimidado por un grupo tumultuoso que portaba palos y le cuestionaban de forma amenazante si eran del Zaragoza, tratando de agredirle, si bien huyeron por el parque Miguel Servet al detectar presencia policial.
Los indicativos policiales y agentes del Cuerpo de Policía Local de Huesca interceptaron a los integrantes de este grupo, formado por 20 personas que vestían prendas con simbología de la peña Alcorazados, requisándoles los objetos contundentes que portaban -mástiles de bandera y palos metálicos y de madera-, y denunciando estos hechos para su sanción administrativa.
Durante esta identificación, uno de los componentes del grupo agredió a un policía, propinándole un puñetazo en el rostro, por lo que se procedió a su detención por un delito de atentado a agente de la autoridad. Esta persona presentaba un elevado estado de excitación y durante la detención ejerció una fuerte resistencia y continuó agrediendo a los agentes, explica la Policía en un comunicado.
Una mujer acompañante del detenido se interpuso de forma activa tratando de liberar a su compañero, llegando incluso también a golpear a los agentes, por lo que también fue detenida.
La segunda intervención tuvo lugar durante el acceso al estadio. Un integrante de la peña Alcorazados, observado durante el trayecto hasta el estadio por prender bengalas, trató de acceder al campo sin disponer de título válido de entrada al recinto. Ante la negativa de acceso, esta persona permaneció por las inmediaciones del estadio, con actitud desafiante e increpando tanto a los vigilantes de seguridad como a los agentes componentes del dispositivo. En un momento dado, llegó a saltar el torno de acceso, siendo interceptado en el interior del recinto deportivo, por lo que fue propuesto para sanción. Afirma la Policía que, lejos de cesar en su comportamiento, este hombre trató de acceder nuevamente a través de una de las puertas que ya se hallaban cerradas, siendo nuevamente interceptado y expulsado del lugar, ante lo que ofreció una gran resistencia.
El último incidente tuvo lugar durante la celebración del encuentro. Un grupo de la afición visitante se subió a las vallas protectoras provocando a la afición local, siendo reprendidos por los vigilantes de seguridad. Dos aficionados hicieron caso omiso a las indicaciones del personal de seguridad privada, por lo que éste solicitó presencia policial. Los agentes requirieron a estas dos personas para abandonar las instalaciones. Uno de los implicados abandonó voluntariamente el estadio, siendo además propuesto para sanción. Pero su compañero se negó a salir, acometiendo a los policías y no dejando de propinar patadas y golpes a los agentes durante el traslado. Por tal motivo, se procedió a su detención por delito de resistencia y desobediencia y fue propuesto para sanción. Al detenido le constan varios antecedentes similares.