Cuando ya ha anochecido en este 2 de diciembre, el Real Valladolid todavía no se ha dirigido todavía a la Sociedad Deportiva Huesca para interesarse por la cesión de Antonio Hidalgo, por lo que en Camino de Cocorón se respira tranquilidad al interpretar que el interés de Pucela por el técnico vallesano puede estar diluido respecto a otras opciones.
La premura con la que tiene que moverse el club vallisoletano, cuyo compromiso en Copa del Rey en Ávila sentará en el banquillo al entrenador del filial Valladolid Promesas, Álvaro Rubio. Respecto a la baraja de entrenadores que manejan en las oficinas castellanas, Hidalgo parte con el inconveniente de los 300.000 euros de cláusula de rescisión y el hecho de que, para acceder a la cesión, el Huesca pueda pretender una partida económica (o en su caso, incluso, alguna cesión de algún futbolista, algo que no está determinado). Sería, de este modo, de los más caros para los blanquiazules.
El hecho es que fuentes de ambos clubes reconocen que todavía no se ha producido contacto alguno y, de hecho, el Valladolid sólo ha hablado con Antonio Hidalgo directamente, y se desconoce la profundidad del tanteo. Con la confianza que hay en el Huesca hacia el entrenador granollerense, existe mucha serenidad al pensar que Hidalgo cerrará su temporada en el banquillo de El Alcoraz.