"Nos gusta el fútbol". Los domingos por la tarde, la mayor de mis aficiones. Cuando me enteré del título de esta apuesta de la autonómica me quedé perplejo por la poca originalidad. Luego recordé que después de Avispas y Tomates (otra arriesgada aventura en prime-time) vino El Avispero, y entonces todo me cuadró un poco más.
Más allá de la buena audiencia en el estreno, algo que suele ser habitual por la novedad, el programa que se nutre del Huesca y el Zaragoza presentó interesantes credenciales, sobre todo con el fichaje del periodista monegrino Aitor Lagunas, referente del análisis diario de la actualidad futbolística.
A la presentadora del nuevo espacio, Claudia García, también se le nota lo curtida que está. Junto a Lagunas, representan un salto de calidad con lo que estamos habituados a ver por esos platós.
La pretensión de originalidad del programa, a mi juicio, quedó un poco forzada: hubo detalles valiosos no sólo por lo inédito sino por la gracia de lo captado, pero otros que tenían únicamente en lo inédito su valor añadido y, por tanto, no era necesario explotar en exceso. Ejemplo: las célebres pechugas que le cocinaron a Anglada, que nos las hemos comido hasta el miércoles.
La alineación de casa se completaba con Luis Costa, el hombre de los mil oficios, cuyo siempre cuidado outfit, indudable simpatía y don de palabra le dieron asiento en la bancada del Huesca. Costa se acopló bien al nuevo formato. Se percibe que el espectáculo es una parte de su vida que entiende muy bien desde dentro.
Se agradece, por todo ello, la renovación de caras de los últimos años, figuras que en algunos casos se habían instalado en un enconamiento de posiciones más personal que profesional.
Tampoco se le debe quitar mérito a los 16 años en antena de La Jornada (espacio predecesor), aunque siempre quedará un cierto sabor rancio con tanto amiguete sumado a la causa, "estrellitas castro" de escaso recorrido pero muy subiditas en las redes y una colección de personajes que no siempre contribuyó a la calidad del programa.