El proyecto liderado por Crida, filial de desarrollo, investigación e innovación de Enaire (Gestor Nacional de la Navegación Aérea), la Universidad Politécnica de Madrid e Ineco ha seleccionado al Aeródromo de Santa Cilia para el proyecto con el que se pretende mitigar el riesgo de colisión entre aves y aeronaves de aviación general
Esta iniciativa pretende dar respuesta al creciente problema que para la Seguridad Aérea representando por las colisiones entre aves (fundamentalmente buitres) y cualquier tipo de aeronave.
El proyecto “Birdstop” cuenta con un socio tecnológico californiano que aporta un producto basado en Inteligencia Artificial (IA) y unas balizas equipadas de cámaras de alta resolución y micrófonos de alta ganancia que localizan en tiempo real a estas aves. Estas balizas son capaces de posicionarlas e identificarlas y en una siguiente fase se pretende enviar esta información a los pilotos para que puedan evitarlas a tiempo de evitar cualquier colisión.
El aeródromo de Santa Cilia ha sido seleccionado por su ubicación, localizado en una de las zonas de más alta concentración de buitres del país y por haber tenido varios incidentes y accidentes de este tipo en los últimos 15 años. El otro aeródromo seleccionado para testar esta innovadora tecnología ha sido Robledillo del Mohernando (Guadalajara).
Crida realiza sus proyectos de I+D+i en colaboración directa con Enaire y contribuye a su misión de proporcionar servicios de navegación aérea con seguridad, calidad, eficiencia y respeto al medio ambiente. El riesgo que representan las aves de gran tamaño para cualquier tipo de aeronave no es nuevo. España alberga a casi el 95% del total de la población de buitre leonado de toda la Unión Europea y los estudios de población realizados por Seo Birdlife concluyen que el número de ejemplares de esta especie ha pasado desde los 11.000 del año 1978 a los casi 200.000 ejemplares actuales.
Los accidentes e incidentes por colisión buitres y aeronaves están en una curva ascendente. En los últimos años en nuestro país se han contabilizado casi 20 personas fallecidas por este tipo de suceso. También se han reportado incidentes sin consecuencias graves con aeronaves de transporte de pasajeros. Incluso se valora como hipótesis más probable que el accidente de un F18 de la base aérea de Torrejón ocurrido en la provincia de Teruel el pasado 4 de octubre en el que el piloto resultó fallecido también tuvo su origen en un impacto con un buitre.