La efervescencia que rodeaba la esperada reapertura del bar Ágora en el barrio de Los Olivos se ha unido a las altas temperatuas que se han registrado este viernes en Huesca, en el renacimiento del bar Ágora, ahora bajo la visión renovada de Pablo Sanpere, Marta Bainac y Octavio Montiel.
El Ágora ha vuelto a abrir sus puertas, transformado y manteniendo su esencia acogedora. Apenas han dado las 20:00, el bullicio ha empezado a llenar el aire, expandiéndose desde la barra hasta la terraza, donde las mesas se han ido ocupando hasta no quedar una libre.
El calor de la tarde era una invitación tácita a disfrutar de una cerveza bien fría o de un refresco que combatiera el bochorno, y nadie se ha resistido.
Las tapas, preparadas con el esmero de quienes comprenden que la gastronomía es también un arte, volaban de la cocina a la barra y de la barra a los estómagos con una rapidez que dejaba claro el éxito de la propuesta.
El esfuerzo de Marta, Octavio y Pablo han sido aplaudidos por los numerosos asistentes que han brindado también por un futuro lleno de éxito.