"Cada día, llevo a Villanúa en el corazón y este momento permanecerá siempre en mí". César Alierta ha exhalado su último aliento de una vida en la que la localidad jacetana, Jaca y el Pirineo le enseñaron a valorar lo local y a la vez a mirar lejos para aprovechar lo global. En 2011, recibió la correspondencia de su pueblo sentimental con el nombramiento como Hijo Adoptivo, otorgado "por las continuas referencias que hace a su tierra, por su cercanía y por el permanente recuerdo entrañable de anécdotas de su infancia".
Alierta, accionista de la estación de esquí de Candanchú, financió el órgano de la Catedral de Jaca con 321.388 euros en remembranza de su abuela, entre otras inversiones que propició en el valle.
César Alierta ha fallecido a los 78 años de edad tras sufrir una delicada salud en los últimos años a causa de problemas coronarios. El hijo del exalcalde de Zaragoza y expresidente del Real Zaragoza, Cesáreo Alierta, se licencio en Derecho por la Universidad de Zaragoza y completó su formación con un máster en Administración de Negocios en la Columbia Business School de Nueva York.
Tras iniciar su periplo profesional en el Banco Urquijo, fundó la sociedad DZ Especialistas en Soluciones, de la que ha sido presidente y consejero delegado, luego presidió Tabacalera (1996) para sustituir en Telefónica a Juan Villalonga en el 2000. Dieciséis años de gran pujanza de la compañía hasta que fue sustituido por José María Álvarez-Pallete. Rigió la Fundación Telefónica desde 2017.
Desde 2014, era el principal accionista del Real Zaragoza con la Fundación 2032, hasta su venta al actual grupo de Jorge Mas.
Una de las personas más influyentes en nuestro país en los últimos lustros, ha recibido reconocimientos como el premio Empresario Español Global, el Tiépolo de las Cámaras de Madrid e Italia o el mejor presidente ejecutivo de España, además de la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza.