Ya son 36 películas, doce ediciones y uno de los pocos acontecimientos que no se detuvieron ni por el coronavirus. Adolfo Aquilué, miembro de la Junta del Colegio de Economistas de Aragón, se ha mostrado satisfecho en el inicio del Ciclo Economía y Cine que programa con el Teatro Olimpia, y en el que este jueves se ha incorporado al elenco de colaboradores la Fundación Ibercaja, en cuyo nombre se ha pronunciado su responsable en Responsabilidad Social y Educación, Carmen Campos. La película, Nomaland y el ponente el subdelegado de Defensa en Huesca, coronel Rafael Matilla Páramo.
En total, 252 espectadores han ofrecido un magnífico aspecto en el Olimpia. Aquilué ha afirmado que el ciclo aúna "películas muy buenas y ponentes muy buenos, que este año son excepcionales. Esto está consolidado, forma parte de la programación del Teatro y los oscenses lo han aceptado muy bien". Las tres películas obedecen a temáticas "absolutamente diferentes, no hay un hilo conductor".
Sobre esta duodécima edición, afirma Aquilué que desde hace años tenían "ganas de tratar un tema fundamental como es la Defensa de una sociedad. Y nos apetecía mucho hablar de los conciertos, de los festivales, porque en la provincia de Huesca tienen su relevancia: Pirineos Sur, el de los Monegros que trae gente de toda Europa, el mismo Luis Costa lo que hace en Ayerbe... Tienen mucha importancia, mueven mucho dinero y queremos hablar de ese tema también".
El coronel Rafael Matilla ha tratado "la relación que tiene el Ministerio de Defensa con la Economía". Tres ejes fundamentales: "La industria de la Defensa, los acuartelamientos como generadores de actividad económica a su alrededor y la seguridad que proporcionan las Fuerzas Armadas como impulsor de la economía de un territorio".
Un ejemplo es Huesca, donde la División Castillejos aloja a 550 militares que llegarán a ser 700 cuando la plantilla esté al completo. "Aparte del impacto inicial de la apertura, el impacto principal de los acuartelamientos es la gente que viene a trabajar, los puestos de trabajo. En lugar de ser un empresario el que les paga el sueldo, es el Estado, pero son 700 trabajadores Y además los acuartelamientos generan una actividad económica en su entorno, demandan bienes y servicios, porque los militares también tienen que comer, los vehículos hay que repostarlos, necesitan suministros y las unidades se tienen que dedicar para lo que están, que es prepararse para el combate. Van a contratar servicios de mantenimiento, obras de infraestructura, limpieza, etcétera. Todo son puestos indirectos que se generan a su alrededor".