Jaime Mendoza, director general de Coferdroza, ha sembrado la noche del martes de consejos para los empresarios el I Encuentro del Retail con el que se ha inaugurado la Semana del Comercio organizada por la Asociación de Comerciantes de Huesca, en el que ha concluido que hay que remar y, ante las dificultades de formatos y tecnologías, aplicar el aforismo del pensamiento moderno de que si todo se derrumba tienes dos opciones: llorar o ponerte a hacer pañuelos... y venderlos.
En una conferencia-coloquio con José Perié, gerente de la Asociación, Jaime Mendoza, zaragozano afincado en Huesca, ha explicado toda su ejecutoria profesional, comenzando por su experiencia de gerente en Eroski para continuar como director de Marketing, Compras y Ventas en Sabeco, Gerente Regional del Grupo El Árbol, su incursión en Angola y su labor docente en Esic.
Saltos distintos que le han permitido acumular patrimonio profesional. Ha recordado cuando cumplió su sueño de cursar un Máster. "De 28, yo era el 28". Sin embargo, ha llegado, por su propio papel directivo en Aecoc y su nombradía, a organizar el primer Máster de Ferretería a través de esta asociación y la Escuela de Organización Industrial (EOI), la más antigua de España.
Su capacidad de adaptación encontró un desafío con su traslado a una cadena de distribución de Angola, donde el portugués y las diferencias culturales se convirtieron en una dificultad que se convirtió en una ocasión de demostrarse a sí mismo la capacidad de comprender un mercado distinto. "Yo era director de compras y marketing y me costó entender que 3x2 en Angola significaba 6. Allí el 98 % compra en el mercado informal y mi objetivo fue convertirme en la primera alternativa en el mercado formal".
A su llegada a Coferdroza, gran referente para el sector de la ferretería, se añadía la complejidad de una cooperativa con cuatrocientos socios, donde todo el margen gordo va a pagar costes. "Lo jodido son las personas, ahora son cuatrocientos jefes que te demuestran que, efectivamente, lo más complicado y más importante de los negocios son las personas".
REMAR Y PENSAR
La pandemia constituyó un drama y hasta una tragedia para los afectados y para el país. "Pero desde el punto de vista empresarial fue muy bien porque éramos esenciales. Gracias a la cooperativa muchos socios pudieron trabajar". Habilitó Coferdroza financiación de un año para los socios que la necesitaban, solicitando un crédito de dos millones para ayudarles. En esos años, la cifra de negocio creció.
A llegar a Coferdroza, montó una sala de exposiciones. "Yo venía del retail y nada mejor que ver los productos. Teníamos un salón de doscientas personas y lo partí para hacer el 'showroom'". Al final, todas las acciones para los cooperativistas son extrapolables a cualquier actividad empresarial. "Yo te ayudo hasta que tú me dejes. Si no me dejas, no te puedo ayudar".
Ha incitado a la concurrencia a prepararse para las situaciones más adversas para obtener los rendimientos más óptimos, con el dicho de que, "cuanto más sudas en tiempos de paz, menos sangras en la guerra". Pero, antes de entrar en acción, "hace falta tiempo para pensar. Coger un folio en blanco y, con lo que apuntes para tu negocio, llevarlo a dos o tres personas de confianza. Yo soy un enamorado de la estrategia. Hay que sacar tiempo de donde sea para pensar en el largo plazo".
Y llevarlo a la organización, porque, "cuando el objetivo no es compartido, no es objetivo". Remembraba al respecto el DAFO que realizó al llegar a Coferdroza, que enriqueció con aportaciones de su personal de confianza y del Consejo Rector, con una visión a tres años. Además, pedía retorno a personas del sector para ver cómo le veían.
Lo mejor ha sido que "he tenido suerte de hacer mi equipo, gente mejor que yo cada uno en su área, y con todos los conocimientos hemos hecho una puesta en común". En la senda, ha incorporado el EFQM para "poner las cosas en orden y entender la importancia de conceptos como los grupos de interés o la implicación del personal".
Sobre la situació del comercio, "mi primer consejo es remar", como ha hecho la ferretería que, tras la carpintería, "fue el primer negocio del mundo", amparándose en la historia sagrada.
A la pregunta sobre la competencia tecnológica, "aprovechad internet. No puedes chocar contra un tsunami. La tienda la vas a tener siempre y a tu calle no va a venir Jeff Bezos a montar un Amazón", que hay que observar para extrapolar enseñanzas que aprovechar.