Olga María Méndez es una mujer transformada. En noviembre, después de la dana, estaba abatida. La catástrofe había destruido su restaurante, La Arepera Canaria, y no había otra expectativa que el cierre. En el barro de Catarroja quedaban treinta y cinco años de trabajo intenso y por delante sólo se apreciaba el vacío. A modo de ángeles, llegaron cuatro empresas de Huesca que han tenido efecto contagio y han propiciado que Olga, a día de hoy, 13 de febrero de 2024, la desesperación haya sido sustituida por esperanza: el 15 de marzo, Dios mediante, reabrirá. Justo el día en que, hace siete lustros, con su marido, recibió a sus primeros clientes.
Olga María Méndez Marichal ha querido expresar, a través de un video, su infinita gratitud que ahora mismo embriaga su ánimo. Lleva en Valencia 36 años, de ellos 35 con un restaurante de cocina canaria que con la dana quedó "completamente destruido". Da gracias a "esas empresas de Huesca que me han ayudado, que me han motivado para volver a empezar, porque lo mío es empezar de cero, completamente de cero".
"No hay agradecimiento suficiente para lo que han hecho" El Desmonte de Carlos Molina, Aludayser de David, Invico que es de vidrio, de Toño, y VG de Víctor. Entre los cuatro, han motivado que haya "tomado la iniciativa de volver a abrir. En realidad, cuando pasó lo de la dana, al siguiente día, llamé al gestor para despedir a todos mis empleados. Tenía seis personas contratadas, tres fijas y yo de ocho horas, y las demás los fines de semana, que es cuando aprieta la faena. En ningún momento se han sentido despedidas porque, si yo abría, sabían que iban a estar conmigo".
Prosigue su relato. "Cuento con ellas gracias a estas empresas de Huesca que me han ayudado muchísimo. Me han traído los ventanales. Carlos Molina me trajo mesas, sillas, platos, de todo y todo en perfecto estado y súper bonito. Estoy súper contenta". La ola de solidaridad emociona. En Tenerife un restaurante trabajó un día entero a beneficio de La Arepera Canaria, al igual que un estudio de tatuaje.
Es muy tajante en su expresión Olga Méndez. "Si abro, es porque me habéis motivado vosotros, porque yo estaba un poco depresiva y en shock total. Yo tengo 62 años, estaba pensando en mi jubilación total y, de repente, miras a tu casa y la ves destruida, para empezar de cero, el barro hasta arriba, 2,70 metros que subió el agua. Ha sido muy fuerte todo lo que ha pasado, las ayudas llegan muy lentas. Contar con una pequeña ayuda es muy grande. Para nosotros, los que estamos aquí, es muy grande".
"Quiero abrir el 15 de marzo porque es la fecha en que mi marido y yo empezamos hace 35 años. Me gustaría inaugurarlo y contar a toda esa gente que me ha ayudado, y no quiero dejar atrás a las personas que trabajan en la empresa del aluminio, la del vidrio, que han estado ahí trabajando sin cobrar para ayudarnos. Para ellos un abrazo muy grande también, porque gracias a vosotros yo voy a tener otra vez mi local abierto".
UNA REFLEXIÓN DE CARLOS MOLINA
Carlos Molina, impulsor de la iniciativa a beneficio de La Arepera Canaria, reflexiona sobre la situación actual tras la dana que es extensible a tantas y tantas catástrofes como la de La Palma. "Mientras los tentáculos del poder se enfrascaban en discusiones mediáticas y políticas, la maquinaria solidaria se ponía en marcha comandada por los jóvenes para dar respuesta a la ciudadanía".