Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es el flamante pregonero de la 40º edición de la Feria del Libro de Huesca a petición de los propios lectores, un autor que mostrará también a los oscenses otra faceta de su talento que cultiva desde hace años, la de monologuista.
Profesor en talleres de escritura creativa, colaborador en varios medios de comunicación y autor de novelas centradas en la incomunicación y las dificultades familiares.
En 2018, recibió el Premio Nadal, otorgado por Ediciones Destino, por su obra "Un amor", publicada dos años después de su libro anterior, "Las dos orillas", también con el mismo sello.
En 2022, denunció los abusos sexuales que sufrió a los ocho años a manos de un religioso y profesor en un colegio de La Salle, lo que provocó que salieran a la luz decenas de casos adicionales cometidos por el mismo individuo en Premiá de Mar y Moncada y Reixach.
Este hecho lo llevó a entrevistarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, y a impulsar una investigación sobre la pederastia en la Iglesia, encargada por el Gobierno central al defensor del Pueblo. Relató su experiencia traumática en "Esto no se dice" (2022).
No es la primera vez que Alejandro Palomas acude a la Feria del Libro de Huesca y asegura que se quedó con ganas de descubrir un poco más una ciudad que tiene "un tamaño ideal" y que le "encantó", porque no le gustan las grandes urbes y prefiere el contacto con la naturaleza.
Este escritor y traductor, tampoco se va a "estrenar" e la capital altoaragonesa como pregonero, pero el hecho de que hayan sido los lectores quienes han querido que él asumiera este papel, le parece "increíble" y no deja de sorprenderle. "Igual es el síndrome del impostor -apunta con humildad-, nunca sabes cómo te ven desde fuera, el impacto que tiene tu obra".
No puede desvelar el contenido del pregón que leerá esta tarde, a las 19:00, en la plaza López Allué, pero adelante que su contenido es más social que literario. "Va sobre la verdad y sobre cosas a las que normalmente no les damos voz. La voz es importante para todo, para la escritura, para la ficción, para la verdad, para vincularnos, para celebrar".
Entre los libros que más le han influido en diversos momentos de su vida, cita "La historia interminable" (Michael Ende), cuando era jovencito, "El mundo de Sofía" (Jostein Gaarder), "Bomarzo" (Manuel Mujica Láinez) y "La Odisea" (Homero). En cuanto a autores y autoras, asegura que alguien que le marcó "profundamente" es Jeanette Winterson, especialmente con su obra "La pasión".
"Yo siempre digo que si Jeanette Winterson hubiera sido española, habría sido yo -afirma-. Es curioso, porque una profesora de Universidad de Literatura Inglesa me dijo: 'Le le esta novela' y cuando lo hice me enamoré profundamente de la voz que había detrás, de la música de la novela y los blancos. Me gustan mucho los autores que saben utilizar los espacios en blanco de las novelas. Esta mujer es impresionante y, con el tiempo, me convertí en su traductor. Fue como una de esas carambolas en el tiempo, un premio que me ha dado la vida".
Alejandro Palomas no oculta su preocupación, cuando se le pide que realice una descripción del momento que viven los lectores, autores, editores y libreros, en una sociedad altamente influenciada por las nuevas tecnologías. "Justo estaba pensando en eso, en que estamos creando una sociedad totalmente desquiciada, pegados a unas pantallas y totalmente abstraídos de lo que nos rodea -comenta-. Eso no es lo mismo que la imaginación. No, no podemos confundir lo que encontramos en esa ventana, tablet o móvil, con un mundo perfecto que han construido para nosotros y para que perdamos el tiempo, para que consumamos. Y yo estoy en esa lucha. No es lo mismo leer un libro, que ver ese libro en serie. Por lo tanto, yo no quiero ver mi obra en ninguna pantalla".
No quiere ni pensar hacia dónde nos puede llevar la Inteligencia Artificial ni lo que puede venir después. "Quién nos iba a decir a nosotros, en aquel momento en que apareció el primer móvil, que íbamos a estar así -plantea-. Lo están haciendo muy bien, nos están llevando a un lugar en el que el individuo, como animal social, como animal emocional, no sé exactamente qué espacio va a tener. Por eso soy, ahora mismo, un hombre de campo, porque es lo único que me permite estar un poco fuera de todo eso".
Ahora mismo, el escritor asegura que no se le ocurren soluciones para paliar esta situación. "Sinceramente, creo que no se puede y va a ser terrible cuando nos preguntemos si merece la pena intentarlo. Vamos perdiendo muchas cosas. Me parecería un poco 'infantiloide', en este momento, decir algo diferente, sólo por querer lanzar un un mensaje optimista.
Alejandro Palomas llega a la Feria del Libro de Huesca con una nueva edición de su obra más querida, El tiempo que nos une, publicado en distintos formatos en 2005, 2008 y 2011. "Es mi columna vertebral -subraya-, una novela que me acompaña desde siempre, mi mejor novela, y aún no sé por qué. Siempre he dicho que nunca escribiré otra como ésta. Hay una música, unas voces, una verdad tan verdad, que nada puede con ella".
El escritor no sólo actuará este viernes como pregonero de la feria. A las 22:00 horas en la sala Genius del Bendita Ruina, el público oscense podrá disfrutar de su faceta como monologuista, que cultiva desde hace muchos años, y el espectáculo “Huérfanos Somos”.
"Yo, más que nada, soy poeta; ésa es mi esencia"
"Empecé con lecturas de poemas, porque yo, más que nada, soy poeta; ésa es mi esencia -explica-. Después me di cuenta de que me gustaba mucho el contacto directo con el público, esa forma de llegar de persona a persona, porque yo había sido un un escritor muy alejado del público. Descubrí esa forma de escribir en voz alta, de compartir un momento de intimidad. Me gusta mucho emocionar y emocionarme".
El autor se refiere al monólogo que va a escenificar. "Desde que nacemos nos nos quedamos sin el útero, como desnuditos en este mundo. Hay una parte de nosotros que siempre se siente huérfana y empezamos a buscar. Y nos equivocarnos con las parejas, con los amigos, con muchas cosas, porque nos vamos a agarrar a lo que sea. Creo que es uno de los grandes errores de la trayectoria vital de cada uno, hasta que llegas a cierta edad que te permite una perspectiva".