La reportera Martha Gellhorn colabora con The Ghost Army, una unidad ficticia creada en Hollywood para engañar a los nazis. Junto a su esposo, el renombrado Ernest Hemingway, inventan las vidas de soldados ficticios. Sin embargo, Martha aspira a más; quiere cruzar el Atlántico para relatar de primera mano la fase final de la guerra.
La escritora Rosario Raro ha protagonizado este domingo, posiblemente, la firma de ejemplares más prolongada de esta 40ª edición de la Feria del Libro de Huesca con "Prohibida en Normandía", una novela "pacifista" en la que honra el amor y la verdad.
"Creo que ya es hora de que pasemos página de la barbarie y que estemos en un mundo mejor, y ojalá que los que estamos aquí aún lo lo veamos", ha señalado.
Aunque su novela no versa en esta ocasión sobre Canfranc, sí ha querido que estuviera presente en la trama. Cuando llega el momento en el que Martha Gellhorn debe escapar por haber cometido un delito contra las órdenes militares, Raro decidió incluir la estación jacetana en su ruta. “Pensé en la orografía pirenaica, desde el Bidasoa, pasando por Cataluña o Andorra, hasta llegar a Canfranc. Me pareció relevante incluir este lugar porque ya había sido un punto de salvación en la historia,” ha señalado.
La autora también ha destacado que le interesaba mostrar Canfranc desde la perspectiva de una extranjera, proporcionando una visión fresca y novedosa del lugar. “Ella goza de la hospitalidad de las gentes de allí, al igual que me pasó a mí, aunque yo no soy tan extranjera,” ha apuntado Raro.
La escritora ha recordado que sus libros se basan siempre en hechos verídicos, porque consiera que "la realidad proporciona los mejores argumentos" y así ha sido en las cinco novelas que ha publicado con Planeta.
"Al final, en la nota de autora, me gusta poner la bibliografía. Lo hago desde hace dos novelas, porque muchas veces los lectores me escribían para decirme que determinados aspectos les habían interesado y que querían leer más sobre ellos".
Rosario Raro se ha referido también a los viajes literarios a los que han dado pie sus libros, como el que se va a llevar a cabo del 7 -día de su santo- al 13 de octubre a Normandía para recorrer los lugares donde sucede la acción.
Antes de despedirse, la escritora, que por la tarde viajaba a Puente la Reina de Jaca, ha recalcado lo "encantada" que se sentía de estar en la provincia altoaragonesa "Yo siempre digo que lo mejor es tener dos corazones: uno lo tengo en Segorbe, porque yo soy de allí, y el otro lo tengo aquí. Para mí, Huesca es un estado de ánimo y siempre que vengo aquí soy feliz".
Javier Marquina ha presentado su última novela gráfica, "Dum Dum", acompañado por la experta en cómic Cristina Hombrados, una colaboración entre el oscense y el dibujante Jaime Infante.
La obra narra la biografía de un boxeador nacido a finales de los años 50 en Madrid. "Es un personaje que entra en la cárcel con solo 16 años, que se convierte en campeón de España en la categoría de peso welter (mediano). Su vida es tan curiosa como interesante", ha explicado Marquina.
Marquina ha indicado que se trata de una edición troquelada en blanco, lo que añade un elemento distintivo y atractivo a la obra. "No es solo el reflejo de un personaje, sino también de una España en transición. El personaje cabalga entre el final del franquismo y el comienzo de una España más democrática". Y nuncai puede dejar de ser quien es, aunque siempre culpa al destino de sus problemas, algo de lo que en realidad es en gran parte responsable.
Por su parte, Mariano Seral ha firmado ejemplares de "La última herradura" (Editorial Pirineo), una obra que narra la transición agrícola en España durante las décadas de 1950 y 1960, una detallada crónica sobre la mecanización del campo y la desaparición progresiva del mulo como elemento esencial en la agricultura rural.
La obra se adentra en una época crucial de la historia española, marcada por la llegada de los primeros tractores y la declinación del uso de esos animales. En su libro, Seral describe cómo cambió la vida en los pueblos, desde la emigración inicial de aquellos con poca tierra hasta los cambios en los patrones de cultivo que favorecieron al trigo en detrimento de los olivares y viñedos.
El autor explica que, tras la Guerra Civil y bajo el régimen de Franco, España padecía un déficit de trigo. Esto, sumado a la incipiente revolución industrial y el crecimiento de las urbes, impulsó a muchos campesinos a abandonar sus tierras en busca de oportunidades en las ciudades. Este fenómeno fue especialmente notorio entre los pequeños propietarios, y gradualmente afectó también a aquellos con fincas de mayor tamaño.
Con la llegada de los tractores, el papel de los mulos en la agricultura comenzó a disminuir. Seral relata cómo, hacia la década de 1970, incluso las funciones residuales de los mulos, como el transporte de agua y de personas mayores a las huertas, fueron sustituidas por tecnologías modernas y la mejora de las infraestructuras rurales.