Alrededor de 4.000 bocadillos de jamón y mil kilos de melón se han repartido este jueves en la Fiesta del Comercio Oscense, que como es tradicional se celebra en la plaza López Allué.
Tras el homenaje a Lorenzo Otín Viñuales y bajo un sol de justicia, se han formado largas colas para recoger este almuerzo y también se ha servido cerveza a discreción. Se estima que pueden haber pasado por los puestos alrededor de 3.000 personas.
Ricardo Roldán “Richi” ha explicado que lleva más de 40 años acudiendo a esta cita, que comenzó como una colaboración entre la Asociación de Panaderos, de la que era miembro, y la de Comerciantes.
Como curiosidad, explicó que, los primeros años, los bocadillo se untaban con tomate, pero cuando la organización comenzó a sentirse desbordada por la grana afluencia de público fue preciso suprimirlo.
Más de veinte personas colaboran voluntariamente para que todos los años, esta fiesta sea un éxito. Richi destaca la implicación de las mairalesas, sus padres y madres, porque sin ellos “sería imposible llegar a todo”.
Por último, ha comentado que “no suele sobrar” mucha comida, pero la que queda se reparte entre centros asistenciales como la Cruz Blanca.