Ficha del festejo:
Lleno en la plaza de toros de Huesca en la quinta corrida de abono, este miércoles de rejones. Seis toros de la ganadería de Luis Albarrán, de juego dispar y muy desiguales en peso.
Andy Cartagena: estocada (dos orejas). Estocada (dos orejas).
Lea Vicens: estocada tras aviso; descabello. Estocada, descabello (ovación).
Pérez de Gregorio: pinchazo y estocada (silencio). Pinchazo y estocada (petición y vuelta al ruedo).
No ha tenido rival Andy Cartagena este miércoles en Huesca, donde se cerraba la Feria de La Albahaca 2024 con una corrida habitual de rejones. El protagonista, en una tarde que no era fácil de afrontar tras la gran cantidad de agua que cayó ayer sobre el albero, ha abierto la puerta grande de par en par después de obtener cuatro trofeos en forma de orejas. A destacar también la gran actuación de Sergio Pérez de Gregorio, aunque sus fallos con el rejón de muerte le han impedido triunfar.
Ha abierto plaza un toro con buen tranco y condición. Aunque Cartagena no ha comenzado de la mejor manera clavando un rejón de castigo algo caído, poco a poco ha ido creciendo. Riesgo, temple y un buen tercio de banderillas le han servido para calentar a un público totalmente entregado. Viéndose muy superior al astado, el jinete ha cerrado colocando banderillas al violín, y un rejón de muerte muy efectivo le ha concedido las dos orejas. Una faena vibrante a todas luces.
En su segundo rival, el que hacía de cuarto, más de lo mismo. Se ha mostrado muy torero ante un animal que se ha parado muy pronto. Sin riendas, se lucía en banderillas antes de otra gran estocada. Merecidas dos orejas que ya eran cuatro.
Lea Vicens ha pasado por Huesca sin pena ni gloria al atascarse con los aceros. La francesa ha querido, pero no ha podido. Delante ha tenido un toro, el segundo de la tarde, manso a más no poder y desatendido totalmente. A su aire. Vicens le ha colocado dos rejones de castigo para intentar corregirlo, pero la faena no ha logrado coger vuelo en ningún momento. Con el descabello, al igual que en su segundo toro, se ha atascado.
Pérez de Gregorio ha sido un gran descubrimiento pese a que el salmantino no haya logrado cortar orejas. Sin embargo, se ha mostrado siempre muy firme, convencido, torero, dando buena cuenta de su condición. Justo antes del de la merienda, PdG se ha medido a un novillete que daba pena verlo corretear detrás del caballo. Ha buscado la emoción a través de las banderillas y ha podido conectar con el público. Un amago de encendido de los aspersores centrales del ruedo ha quedado finalmente en anécdota. El pinchazo en el tercio de muerte le ha robado el trofeo.
En el sexto, que cerraba la feria, también ha estado de diez. Con el público haciendo la ola, el protagonista lo ha toreado muy bien al quiebro en banderillas, arrimándose y yéndose a por todas. Ha tenido un pequeño susto y es que cerca ha estado de irse al suelo junto con su caballo tras un patinazo. Por fortuna, la agilidad del animal ha impedido que el problema fuera a mayores. El toro se ha parado al final de la faena y eso le ha complicado ejecutar la suerte suprema, algo que ha obligado a PdG a matarlo tras un quiebro, sin suerte porque el rejón de muerte, muy defectuoso, le ha tocado la columna vertebral.