El último día de las fiestas de San Lorenzo ha amanecido en Huesca con una cita especial. Pasadas las 9:30, el Palacio de Congresos ha abierto sus puertas para recibir a los verdaderos protagonistas de la jornada: los mayores de la ciudad. Como cada año, el tradicional homenaje que se les brinda ha vuelto a contar con una gran asistencia, aunque no ha alcanzado el lleno total de otras ediciones.
En el pabellón multiusos, las mairalesas infantiles y mayores, junto al mainate, han hecho sus funciones de anfitrionas y, además de su simpatía, han servido las mesas con esmero.
El menú, simple pero cargado de tradición, ha consistido en migas, acompañadas de melón, agua y vino. Todo preparado con especial cuidado, asegurando que los celiacos también pudieran disfrutar de las migas, adaptadas para ellos. Se han repartido en total 1.200 raciones de este plato tan arraigado en la cocina aragonesa, junto con 60 kilos de melón, que han refrescado la mañana con su dulzura.
Tras el almuerzo, ha llegado el momento de premiar a aquellos que, durante las fiestas, demostraron su destreza en las competiciones para mayores. El parchís, rabino, guiñote, dominó, hoyete, tejo, petanca y rana han encontrado a sus campeones, que, llamados por la concejala de Fiestas, Nuria Mur, y tras unas palabras de la alcaldesa, Lorena Orduna, han subido al escenario con orgullo para recibir sus merecidos trofeos, ante los aplausos también de un buen número de concejales de la corporación local.
Pero la mañana no estaba completa sin la música. El dúo musical Guara ha sido el encargado de ponerle ritmo al homenaje. Con los primeros acordes, la pista de baile se ha llenado de parejas que, con entusiasmo, han llevado el ritmo al compás de las canciones de siempre.
La alcaldesa se ha referido a los mayores como "los sabios" de Huesca y ha elogiado el excelente maridaje que forman con la juventud, encarnada en las mairalesas y el mainate, simbolizando así la unión entre la tradición y el futuro.