Son ya diez años desde que se puso en marcha la presentación de niños y niñas a San Lorenzo y la sensación que transmite este evento es la de un acto claramente consolidado revestido de mayor tradición de la que todavía atesora.
La Parroquia de San Lorenzo y la Real Cofradía de San Lorenzo organizaron este evento, que se ha convertido en una cita ineludible para muchas familias de la ciudad. Esta ceremonia, que comenzó el 12 de agosto de 2014, busca acercar a los más pequeños al santo desde el primer momento de su vida, siguiendo la iniciativa similar de la Virgen del Pilar.
Lorién y Clara son dos de los muchos niños que han participado en el evento. Acompañados por sus padres, estos hermanos han pasado por la basílica, desde que nacieron, cada San Lorenzo. "No hemos faltado ningún año y es algo tradicional que vamos de siempre y seguiremos viniendo para saludar a San Lorenzo", explica su padre.
El evento se desarrolla de manera organizada: las familias forman una fila y pasan por la capilla de San Lorenzo, donde los niños han sido bendecidos por el párroco, Nicolás López Congosto, en presencia del prior y la vicepriora. A cada niño se le ha entregado una pañoleta bendecida y una pequeña cartulina con la oración a San Lorenzo.
Antes de abandonar el templo, se les regala unos estadales, esos cordones blanquiverdes que se anudan a la muñeca.
El evento, que comenzó hace una década bajo el priorato de Lorenzo Arnal, ha alcanzado una notable acogida entre los oscenses. Cada año, entre 600 y 700 niños son presentados a San Lorenzo, y las pañoletas y oraciones preparadas apenas alcanzan para cubrir la demanda. La celebración no solo refuerza el vínculo entre las familias y San Lorenzo, sino que también fomenta la transmisión de valores y costumbres de generación en generación.
Una madre, que no es originaria de Huesca, explica que ha decidido llevar a su hija de tres meses para que recibiera la bendición. "Mi marido es muy devoto y las tradiciones son muy importantes para él y su familia. Por eso hemos venido aquí, para que la bendiga el Santo", ha comentado..
Con cada año que pasa, la ceremonia reafirma su relevancia como un momento de unión y celebración para las familias que acuden a la Basílica de San Lorenzo para compartir y vivir esta experiencia para ellas tan emocionante.