Enrique Ponce ha cargado su aura de maestro de toneladas de cariño oscense. El maestro de Chiva ha recibido este lunes un sentido homenaje por parte del Ayuntamiento de Huesca, que le ha entregado una albahaca de plata en reconocimiento a su trayectoria y "compromiso" con la feria de La Albahaca.
"Sólo tengo palabras de agradecimiento para una afición que me mostró su respeto y entrega", ha dicho el diestro pocas horas después de pasear su última oreja por el coso oscense. "Estoy realmente emocionado. Estoy en una ciudad donde me he sentido siempre muy a gusto", añadía.
Ponce ha echado la vista atrás para explicar el por qué de su vuelta a los ruedos después de un parón. Ha confesado que, en un principio, "estaba muy tranquilo en casa y no tenía pensado volver a torear. Pero donde iba la gente me decía que no me podía ir así. Era muy reacio, pero poco a poco fui comprendiendo que debía hacerlo".
En sus palabras ha desprendido agradecimiento hacia el empresario, Alberto García, presidente de Tauroemoción, por "su enorme compromiso conmigo. Su cariño y afán por el cual estuviera presente en Huesca".
También ha ensalzado la "idiosincrasia" de la plaza, algo que "siempre entendí porque las peñas le dan ese colorido y sabor especial. No todos podemos ser iguales. Eso me gusta. Me gustaba ver el ambiente de fiesta, porque los toros no es solo seriedad. Y Huesca tiene esa personalidad que vie la fiesta taurina como tal". En cualquier caso, también ha destacado el respeto que siempre ha tenido la afición con él, y es que el domingo "dio una lección de sensibilidad despidiéndome con una ovación atronadora. Eran conscientes de lo que se estaba viviendo en ese momento, que era mi última tarde en Huesca".
Huesca, "una ciudad taurina"
Para concluir, Ponce ha dejado claro que la fiesta de los toros está más viva que nunca. Principalmente porque "estamos en un momento en el que más gente joven estoy viendo en las plazas". Y Huesca lo viene demostrando en esta feria, y por eso es "una ciudad taurina por excelencia".
"Los jóvenes han tirado para adelante y han dicho ya está bien. Quiero ser libre y expresar mis sentimientos libremente. Están yendo a la plaza con la cara muy alta, sin complejos por las presiones mediáticas que sufrimos por gente antitaurina que no entiende esto, desgraciadamente", recalcaba.
Ponce se despedía de Huesca recordando que no celebrará la ceremonia del corte de coleta porque, aunque "tengo muy claro que no voy a volver, sería desprenderme de algo que va conmigo y la coleta irá conmigo a la tumba. Siempre me sentiré torero".