Pasada la medianoche, con cientos de incondicionales ataviados con camisetas de la banda aragonesa, daba comienzo el concierto más esperado de estas fiestas. Veinte años después, en carne mortal y de propio, regresaba el “mondongo rock”. El grupo Ixo Rai, estandarte del folk rock aragonés, había vuelto a la capital del alto Aragón dos décadas más tarde.
En la pantalla se dibujaba la figura de José Antonio Labordeta con su eterna guitarra y sus palabras hacían de introducción a la primera de las canciones de la noche, no te quedes sin entrar, que era toda una invitación a que el público, cada vez más numeroso, se acercara más al escenario.
Tras uno de sus grandes éxitos, Jota daba la bienvenida a los asistentes recordando los conciertos ofrecidos en Huesca a finales de los noventa y homenajeando en la presente actuación, y en todas las de la gira, a Juanito Ferrández. Juanito, que fue voz, batería y percusionista de la banda, falleció hace unos meses, pero su espíritu jotero sigue vivo en cada uno de los conciertos del grupo aragonés.
Posteriormente, subieron los decibelios e Ixo Rai fue desgranando sus temas más conocidos. Canciones que no han perdido fuerza reivindicativa con los años. Alegatos a favor de la fabla aragonesa o en defensa del medio rural se mezclaban con el sonido de gaitas y dulzainas, embrutecidas por el bramar de las guitarras eléctricas.
La historia de Chuan Garcés, la lección 22, jódete y baila zagal, hasta siempre, este es mi barrio, Whyndemoney maña … se iban desvelando, a lo largo de una intensa noche y amparados por una luna casi llena, como las fotografías de un antiguo álbum de fotos que nos hacían recordar remembranzas de tiempos pasados. Años con más pelo y menos canas, más jóvenes y valientes, en los que disfrutamos, como ayer, de una de las bandas míticas que han llevado por el mundo el orgullo de la identidad aragonesa.
El grupo Ixo Rai, dio su primer concierto la cinco marzada de 1988. Ese día, sin afán de continuación, ofrecieron un improvisado repertorio de folk sustituyendo a la Orquestina del Fabirol. Afortunadamente, como quien no quiere la cosa, las actuaciones y los discos se fueron sucediendo, hasta que en abril de 2002 ofrecieron su última actuación en la sala multiusos de Zaragoza.
Dos décadas después, tras la publicación de libro “¡Ixo Rai! ¡Bendita fue la hora!”, y el apremio de la enfermedad de Juanito han vuelto a los escenarios, en el pabellón Principe Felipe primero y en las fiestas laurentinas después. En el libro, escrito por Alfonso Urben, bajista del grupo, se narran multitud de anécdotas de la banda y sus años en la carretera.
Una noche de San Lorenzo mágica en la que nos sumergimos en esa variopinta y maravillosa mezcla de rock, ska o jota aragonesa que es Ixo Rai. ¡Entalto Ixo Rai! ¡Larga vida al mondongo rock!