En la noche del 6 de agosto la plaza López Allue ha vuelto a resurgir con un público entregado a la Escoria, con muchas ganas de juerga y ese espíritu gamberro que tantas noches hizo vibrar a los jóvenes oscenses ochenteros.
Del grupo original aparecieron grandes músicos como Chicho Gobantes, ahora sin sus rizos, a la guitarra ; Marco Zaragoza, con un look motero que dedicó a la Peña motociclista, al bajo; Roberto Aquilué, el universal Quiri, muy grande y seguro a la batería; Jorge López, George o Frankie, con sus inconfundibles voces. Todos ellos emocionados de volver a encontrar su sitio en el escenario y de escuchar como la gente de Huesca sigue tatareando su canciones .
Los nuevos: Kike Lera, magnífica voz, un gran acierto; Faustino Cortés, sólido al teclado y la sección de viento metal, Fernando, Germán y Lorenzo, completaban los sonidos de un concierto para no olvidar.
Arrancaron con el Regué de los Monegros, siguieron con un repertorio variado que fue subiendo la temperatura, hasta que la plaza explotó con La muñeca está muerta, Vente conmigo a la cama y Purulento. Por un momento creímos estar en ese Jai Alay oscuro y adorable que tanto se echa de menos .
En los bises una versión de Sweet Home Chicago de los Blues Brothers y el cierre de nuevo con el Regué esta vez acompañados de Virgilio Aljama.
Un acierto para una noche de prelaurentis en la que muchos oscenses residentes por el mundo se reencontraron gracias a unas canciones que les unen desde el corazón .
No sabemos el recorrido que puede tener esta renacida Escoria , ojalá sea largo.