La falda de la peana de San Lorenzo que fue estrenada en 2023 para cumplir el requerimiento "memorialista" (basado en la Ley de Memoria Democrática) vía judicial del ciudadano oscense Francisco Tomás Pérez-Fajardo ya viste el conjunto sobre el que se erguirá para los grandes acontecimientos festivos el busto del diácono y mártir.
Sustituyó a la inaugurada en las fastuosas fiestas de 1958, Año Jubilar Laurentino, que junto con la peana fue costeada por suscripción popular de cientos de ciudadanos particulares, de entidades y de administraciones. Fueron las desembolsadas a Leopoldo Navarro, que construyó el conjunto, ochenta y tantas mil pesetas que correspondían con las presupuestadas y se superó en 103.000 lo recaudado de los oscenses, con aportaciones extraordinariamente generosas para un espectacular basamento de 2,60 por 2,90 metros. Bendecidas, ni más ni menos, por el Nuncio de Su Santidad en España, Hildebrando Antoniutti.
El caso es que, una vez sustituida por la nueva, la falda de la gran artista de la confección Antonieta Sanagustín va a reencontrar un uso para dar boato a la capilla de San Lorenzo que, sin duda, quedará embellecida por una pieza singular. Dentro de la Real Cofradía hubo voces que plantearon la posibilidad de volver a vestir la peana con la falda antigua, una vez dreogada en Aragón la Ley de Memoria Democrática, pero, entre otros factores, no se quería desairar la generosidad que, para sufragarla, tuvieron el Ayuntamiento de Huesca y la Cofradía del Santo Cristo de los Milagros para poder afrontar los 12.000 euros que costaba.
Una circunstancia a la que no se ha dado gran publicidad es al proceso para la confección de la nueva falda, encargada a la reputada empresa Larraz de Zaragoza. El precio para una elaboración manual era inasumible, superior a los cuarenta mil euros, pero la posibilidad más asequible -la de los 12.000 euros- era la maquinaria que tienen grandes empresas en Pakistán. Allí fue realizada y llegó para el San Lorenzo de 2023.
Desde que fue puesta a la peana del Santo, miembros de la junta de la Real Cofradía apreciaron algunos defectos, no sólo de las costuras sino también por algunas letras defectuosamente reflejadas. Tras los actos laurentinos de 2023, retornaron al país asiático, de donde hay llegado recientemente una vez subsanadas las deficiencias. Un a modo de ecumenismo por la vía de las faldas de San Lorenzo que, de esta manera, sigue prestando servicio a través de la fe y la confluencia de credos (la pakistaní es república islámica). Al final, cierto es, todos los caminos conducen a Roma... y a Huesca.