La hora del relevo de la estirpe Andreu en los Danzantes: "Para un oscense es lo máximo"

José Juan Andreu cede a su hijo Pablo, de 18 años, sus espadas y palos para que disfrute 10 de agosto tras 10 de agosto una "ilusión total"

21 de Julio de 2024
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José Juan y Pablo Andreu, relevo en los Danzantes de Huesca

José Juan y Pablo Andreu, padre e hijo, son los nombres del relevo de 2024 en la Agrupación de Danzantes Huesca. Son descendientes de una mítica estirpe que tuvo su punto central en cuanto a nombradía en quien legó los palos y las espadas a José Juan, ese gran estudioso que fue además de danzante ejemplar estudioso de la más emblemática de las manifestaciones de las fiestas de San Lorenzo: Juan Andreu.

José Juan sustituyó a su tío en 2001 y una combinación de condiciones ha provocado este cambio que ya estaba valorando desde hace un tiempo: el estado de sus rodillas y la disponibilidad de su hijo Pablo, de 18 años, buen deportista (juega en Balonmano Huesca) y un joven sensato que estudia un grado de Deportes en el CPIFP Pirámide de Huesca.

"Cedo los honores a mi hijo Pablo". Y el retoño replica que, efectivamente, está muy ilusionado porque "es algo muy bonito".

José Juan se pone en la piel de su hijo porque a él se lo comunicó "de sopetón mi tío Juan esa misma Semana Santa de 2001, que fue bastante tardía. Fue un poco chocante porque mi tío no quiso bailar ese día y no pudimos compartir bailes, lo cual era bastante lógico porque yo llevaba prácticamente su ropa y por tanto los dos no podíamos bailar, pero fue un día muy especial".

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Por el contrario, José Juan y Pablo van a compartir ese momento tan emocionante para la familia. El legatario cree que "va a ser un día grande. Igual es un poco lioso porque a mi padre le toca bailar a mano cambiada, pero yo creo que lo hará bien".

Describe José Juan el traje que va a portar Pablo. "Es buena parte del que llevaba su tío abuelo, mi tío Juan Andreu. Será la banda y el fajín. Las zapatillas y resto del traje no porque no le sirven, obviamente, y lo que hemos hecho, para que estrenara un poco, poner en la banda la fecha en que empezó a danzar mi tío Juan y la que va a a empezar a danzar él. Es una banda que tiene un San Lorenzo que pintó Leoncio Mairal, sacado de una postal que consiguió mi tío en Italia, no sé cómo, y va a llevar también la espada y la daga que empezó a usar mi tío en 1969 y que se confeccionó directamente él. Trabajaba en los talleres de Garasa con Pablo López y su hermano".

La espada era una ballesta de un 2 CV y la empuñadura es una cabeza de león de bronce. "Las usó mi tío 33 años, las he usado yo 24 y las va a seguir usando él". Está familiarizado Pablo con esta herencia. "Desde que soy pequeño me ha dejado jugar con ellas los días 10, 11 y 15. Poder usarlas durante larga vida va a ser un honor".

Portan dos palos preciosos. Uno fue regalado por el propio José Juan, su hermano y las respectivas cónyuges a Juan Andreu cuando cumplía 25 años como danzante. Lo pintó Fernando Sanagustín y sólo los usó esa mañana del 10 de agosto. No tiene marcas porque el autor lo repintó. El otro lo recibió de sus cuñados el primer año que bailó, 2001. "Está bastante machacado, aunque sólo lo usé la mañana del 10 de agosto de 2021".

EL RELEVO

"Calienta, que sales", en expresión deportiva. "Mi padre llevaba ya dos años que tenía la rodilla bastante fastidiada, tenía que usar la rodillera para poder danzar. Y, cuando cumplí los 16 que es la edad para entrar en la Agrupación, me fue lanzando alguna indirecta: mira, que no me queda mucho tiempo. Aprovecha que dentro de poco te va a tocar".

Por cultura familiar, desde pequeño ha vivido los Danzantes y, asomando ya a la adolescencia estos últimos años, llegaba desde el concierto del Palacio a la plaza de San Lorenzo, donde sus tíos y sus primos "guardaban sitio".

José Juan reconoce que algo de pena le da, pero tiene asumido que era un relevo "meditado, que he decidido yo. Lo llevo como una cosa normal. Todo es efímero. Lo llevo estupendamente. Teniendo a un chaval de 18 años, joven, deportista, ¿qué más puedes pedir?".

Rezuma sensatez Pablo, que alude a la celebración familiar de San Lorenzo que siempre ha disfrutado desde muy pequeño, "hemos ido a los sitios juntos, aunque vas creciendo y vas dejando de hacer cosas, la noche la disfrutas..."

Por experiencia, José Juan sostiene una convicción. "Se puede pensar que el primer año es el más ilusionante, pero yo diría que no, que la ilusión se renueva cada diez de agosto. Yo lo dejo por las circunstancias de mis rodillas, pero no lo hubiera dejado. Pero el cuerpo dice vale y ya está. Pero tendré la misma ilusión o más este 10 de agosto que en 2001 cuando empecé".

Explica las sensaciones incomparables cuando se llega a la plaza repleta de personas. "Ha habido años que por ver a mi tío estaba sentado aquí a las cuatro de la mañana y no lo puedes explicar. Si eres oscense, esto es lo máximo. A un oscense no le quites el 10 de agosto porque lo has matado".

Pablo está expectante para ese momento en el que dentro de la plaza escuchará el toque de la Banda y diría: "Ya toca".

El día 9 toca moderación. Almuerzo con los amigos, "hay que beber menos porque habrá que echarse pronto a la cama porque toca madrugar".

Resta José Juan pábulo a determinadas visiones escépticas sobre los danzantes. "Desde luego la gente que está en la plaza sí que valora lo que es. Parece que es una tontería para algunos, pero te aseguro que por muy deportista que seas acabas cansado. Este año hemos tenido a Fernando Esperanza, que es atleta de toda la vida y está en súper forma física y, cuando acabamos, dijo: estoy cansado. Pero luego queda el día 11 que es un rompepiernas porque como son los centros asistenciales es mucho de parar y arrancar y acabas agotado". Esa mañana, tras los 42 grados en el Perpetuo :Socorro, dijo: "Ya vale, no aguanto más". "Hay gente que dice que son tres días, pero son intensos".

Juan Andreu decía que el baile de la mañana del día 10 es como una oración a San Lorenzo

Recuerda las palabras de su tío: "El baile de la mañana del día 10 es como una oración a San Lorenzo". Y asiente. La palabra de Juan Andreu tenía mucho peso.

Está preparado Pablo para afrontar los sones de las espadas compuestos por Valentín Gardeta, los de los palos nuevos de Bienvenido Susín "Molinero de Morana", los de las cintas de Emilio Gutiérrez, de los palos viejos de Gardeta y del Degollau de Francisco Román Aguilar. Entre los ensayos y venir a la plaza, "creo que ya estoy preparado. El traje da bastante calor al ser recio por tradicional y como toque una mañana que no coge sombra, se va a pasar mal".

Concluye el padre con la satisfacción de que "se ha rejuvenecido bastante el dance, aunque algunos son más entraditos en años y, mientras no les falte ilusión, que siga".

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