Seis detenidos, uno por violencia de género y otro por abuso sexual más varios por quebrantamiento de condena, tráfico de drogas y desórdenes públicos, es el balance de los dos primeros días de San Lorenzo, en los que 34 personas han sido denunciadas por tenencia y consumo de drogas, y otra por portar armas prohibidas. Cinco mujeres y un menor de 17 años han sido atendidos en el Hospital San Jorge al notar pinchazos. Una de las mujeres ha presentado una denuncia en Zaragoza por estos hechos.
La subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, ha declarado a los periodistas que "el balance no es malo", teniendo en cuenta "la cantidad de gente que ha venido a las fiestas".
Durante estos dos días de fiestas se ha activado el protocolo ante posibles “pinchazos” ante la manifestación de cinco mujeres y un hombre que han referido notar un pinchazo, habiendo sido derivados al Hospital San Jorge para su atención. Tras haber notado el referido “pinchazo” ninguno de ellos ha sido víctima de ningún delito.
El despliegue de la Policía Nacional para garantizar el orden y la seguridad ha recibido el refuerzo de efectivos de las comisarías de Jaca y Canfranc y de las Unidades Especiales de Guías Caninos, Medios Aéreos, Brigada Móvil, Grupo de Carteras, Unidades de Intervención Policial, Unidades de Prevención y Reacción y Grupo Operativo de Respuesta de la Jefatura de Aragón. La Comisaría Provincial recalca también la coordinación con la Unidad de Policía Nacional adscrita al Gobierno de Aragón, el Cuerpo de Policía Local y con los servicios de Protección Civil, servicios sanitarios, Bomberos, Cruz Roja y Seguridad Privada.
La presencia policial se acrecienta en aquellos días y en aquellas zonas en los que se prevé una mayor afluencia de gente y una mayor incidencia para la seguridad como consecuencia, entre otros, del consumo del alcohol y otras sustancias.
Las áreas de ambiente nocturno son un punto especialmente controlado, con aumento de la presencia policial para garantizar un ocio más seguro y con una intervención inmediata en casos de peleas. Fruto de este tipo de actuaciones policiales 35 personas han sido denunciadas por infracciones a la ley de Seguridad Ciudadana, incautándose y retirándose droga destinada al consumo, así como armas blancas y objetos o instrumentos considerados como peligrosos en caso de usarse en alguna pelea. Concretamente se han tramitado 34 denuncias por tenencia y consumo de droga y 1 denuncia por porte de armas prohibidas.
Estas intervenciones policiales han permitido detener a dos hombres de 42 años como autores de un delito de tráfico de drogas, incautando 10 pastillas de éxtasis y 5 gramos de speed destinadas a su tráfico durante las fiestas locales.
La rápida intervención de los agentes ha permitido que que las peleas y discusiones se hayan resuelto inmediatamente, sin que haya habido heridos ni afección a la seguridad en la zona de ocio.
Tanto agentes uniformados como de paisano están presentes en los principales actos, para garantizar la total normalidad de estos eventos y para ofrecer al ciudadano una presencia inmediata, lo que ha permitido prestar gran cantidad de servicios asistenciales y humanitarios.
En cuanto a delitos contra la libertad sexual se refiere, se ha procedido a la detención de un varón de 62 años como autor de un delito de abuso sexual cometido el día 9 de agosto.
Asimismo los agentes han velado por que los establecimientos cumplieran con las medidas de seguridad adecuadas y su personal se encontrara trabajando cumpliendo los requisitos administrativos preceptivos, realizándose inspecciones por parte del Grupo de Seguridad Privada y del Grupo de Extranjeros, en conjunto con la Inspección Provincial de Trabajo.
El dispositivo planificado también ha prestado atención a los eventos taurinos, siendo una persona expulsada de la plaza de toros por alteración del orden público y dos denunciadas por tenencia de sustancia estupefaciente y alteración del orden. Silvia Salazar destacó el comportamiento de las peñas, que jalearon a unas personas que se estaban pegando para que desistieran de esa actitud.
Pero no solo los espacios protagonistas de las fiestas y que acogen a la congregación de los asistentes han sido protegidos policialmente, sino que también lo han sido las zonas residenciales de la periferia y polígonos industriales, reforzándose la vigilancia de las mismas para prevenir robos.