Bajo el lema “Colabora con la respuesta solidaria salesiana a la emergencia social en Palestina”, la ONGD Entarachén-Bosco Global, en colaboración con la Huerta Barbereta, ha organizado una venta de camisetas laurentinas que promete ir mucho más allá de las fronteras de Huesca.
Maite Aznárez, presidenta de Entarachén, ha acudido dsde el punto de la mañana a instalar su stand en los Porches de Galicia. “Estamos como todos los años, poniendo una nota de solidaridad en las fiestas laurentinas”, ha comentado, mientras colocaba varias camisetas a la vista del público.
Este año, el proyecto que han elegido apoyar tiene un tinte especialmente emotivo: “La Casa del Pan” en Belén, Palestina, una pequeña empresa gestionada por los Salesianos en la región. Su admirable labor se ha vuelto crucial en tiempos de guerra y desplazamiento forzado.
En un entorno donde la violencia y la pobreza han destruido el tejido social, esta panadería no solo alimenta a los cuerpos, sino que ofrece un lugar de aprendizaje y dignidad a las familias que llegan huyendo del conflicto. “Quieren incrementar la producción y enseñar el oficio a quienes lo necesitan”, ha detallado la presidenta.
La campaña de Entarachén cuenta con un historial de acciones solidarias, como "Luces por Etiopía”, el concurso de tortas y bizcochos en el cerro de San Jorge y el mercadillo de juguetes en los Salesianos.
Pero esta vez, la emergencia en Palestina ha tocado un acorde más profundo. Con cada día que pasa, la panadería de Belén debe atender más bocas que alimentar, más familias que acoger, más historias de dolor que necesitan convertirse en esperanza. “La situación ha cambiado muchísimo -admite Maite-, porque cada día tienen que acoger más gente desplazada. La gente huye de situaciones dramáticas, de guerra y de desolación”.
La iniciativa ha encontrado un aliado en la Huerta Barbereta, que ha querido sumar su granito de arena regalando macetas de albahaca a quienes adquieran una camiseta o mochila laurentina. Una pequeña planta, símbolo de vida y crecimiento, que servirá de recordatorio de que cada pequeño gesto cuenta en la construcción de un mundo mejor.
El puesto de venta estará activo durante todo el día, de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas, con la esperanza de que sean muchos los que se acerquen a colaborar. “Estamos deseando que venga mucha gente”, ha señalado Maite Aznárez, con esa bondad que se lee en sus ojos.