María de los Ángeles Rozalén Ortuño, conocida artísticamente como Rozalén, ofreció este domingo un concierto excepcional en Huesca, donde reforzó su especial relación de amistad y amor con la tierra altoaragonesa. La cantante, muy valorada por su estilo personal y también por su activismo social, cautivó tanto dentro como fuera del escenario, logrando un momento cumbre al bajar “a la arena” para cantar junto al público su emblemática "Puerta Violeta".
Al inicio del concierto, Rozalén expresó su afecto por Huesca: “Es verdad que me siento muy en casa cada vez que vengo -aseguró al principio del concierto-, entonces, lo mínimo que podemos esta noche es devolveros un poquito de todo ese amor. Espero que lo paséis increíble. Tengo que deciros que os tenemos un fiestón montado, pero también tengo muchas ganas de ser bastante intensa”. Con estas palabras, la artista prometió una noche llena de emoción y cercanía, algo que cumplió con creces para las 6.000 personas que logró congregar en el exterior del Palacio de Congresos.
Rozalén actuó junto a su banda y Beatriz Romero, la intérprete de signos que siempre la acompaña, mostrando una gran complicidad en el escenario. Considerada una de las principales exponentes de la nueva canción de autor, la artista ha obtenido numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo cuatro discos de oro, dos de platino, un Goya, el Premio Nacional de Músicas Actuales, tres nominaciones a los Grammy Latinos, el premio Música e Integración de Pirineos Sur, y el Premio Global de los Premios de la Música Aragonesa 2023 en su última edición. Además, Rozalén es una firme defensora de los derechos de las minorías y comunidades desfavorecidas, utilizando su música como un medio de activismo social.
Entre otras canciones, interpretó en un primer tramo de la noche "La cara amable del mundo", dedicada a su sobrino, pero también pensada para todos los niños que la rodean. Fiel a su estilo, rindió homenaje al folclore, como hace en su disco "Matriz", en el que colabora con sus "amigos de la Ronda de Boltaña" en la canción "La tumba de la golondrina". La formación sobrarbense no pudo acompañarla en esta ocasión por asuntos laborales y este temazo se quedó, quizá, esperando una pronta ocasión que les reúna a todos. “Les queremos mandar muchos besitos. Qué maravilla que tengáis a unos artistazos así”, proclamó.
Rozalén también destacó la importancia de tratar a todos los lugares “con el mismo respeto y cariño” con el que espera que la gente se acerque a su tierra y cultura. Comentó que, aunque se siente en casa en muchos lugares, todos los conciertos los hace por una razón: "y es que quiero que de aquí os vayáis con ganas de ser de Albacete. Sí, mi lugar favorito del mundo son los Pirineos de Aragón, pero Albacete es capital de España”. Este comentario fue seguido por una interpretación de la jota "Es Albacete", permitiéndose un momento patriótico.
El “momento sofocón” fueron tres canciones que hicieron el concierto más especial si cabe, especialmente por la emoción y la sinceridad con las que Rozalén se dirigió a los asistentes, como si les estuviera haciendo alguna confidencia, de tú a tú, como una amiga, con confianza y dejando al aire sus costuras, su vulnerabilidad. Es para quererla siempre.
Una de las piezas fue un homenaje a su padre, quien falleció repentinamente el 17 de febrero de 2022. La canción "Todo lo que amaste" provocó lágrimas entre el público, al igual que "Ceniza", dedicada a su abuela.
Rozalén lanzó muchos mensajes a lo largo de la noche, como la importancia de los abrazos -nombre de su último álbum-, que hacen que liberemos "oxitocina y hormonas del placer, el amor y la felicadad" y “que la vida sea mejor en todos los sentidos”. También puso en valor el trabajo de su banda y de los técnicos, y tuvo palabras de elogio para la cantante que hizo de telonera, Alba Morena. “Disfruten y entréguensen”, le pidió al público.
En el momento de los bises, el tradicional "otra, otra" del público se transformó en un espontáneo "Albacete, Albacete", en un guiño a las palabras que la artista había pronunciado al comienzo de la velada.
El cierre del concierto fue una celebración de “la amistad de toda la vida”, esos lazos que, aunque pase el tiempo, permanecen inalterables: “Nos vemos, gracias, y que esta historia de amistad, de amor, siga creciendo. Por favor, cuidaos. Os queremos mucho. Gracias”.
Este lunes, el programa, organizado por El Veintiuno, la sala de Luis Costa, continuar con la actuación de ‘La Casa Azul’, seguido de ‘Compota de Manana’ el día 13, mientras que ‘Las Nancys Rubias’ cerraron la programación de este espacio durante las fiestas de San Lorenzo.