Barbastro ha disfrutado con la sensación de recuperación del Dance de San Ramón, que fuera una de las grandes manifestaciones populares hasta mediados del siglo pasado y que han traído en el túnel del tiempo para perpetuarla los Gaiteros del Somontano y el músico Blas Coscollar. La propuesta presentada por Coscollar, Pepi Jara, Manuel Rodríguez, Juan Carlos Girón y los Danzantes Vicente Salamero y Fernando Noguero han emocionado a los barbastrenses en la Plaza de Aragón.
La confluencia de Gaiteros del Somontano, Tradiciones y el folclorista Coscollar ha impregnado de sentimiento esta luz que ha vuelto a ver la tradición de Barbastro que está en la narración de la expulsión y destierro de San Ramón, patrón y Obispo de la capital del Somontano, en junio 1116 por los manejos del entonces Obispo de Huesca. Se bailaba en Barbastro y el Obispo Santo vio en su huida como la ciudad celebraba el solsticio de verano con hogueras en torno a las que bailaban danzantes.
El dance se proyectó y hay abundante documentación de que se trataba de melodías y cantares que nacían de las coreografías de hileras y cuadros.. Se borraron de la escena pública en 1956, el último año en el que, explica Fernando Noguero, se tiene noticia de su participación en las fiestas de San Ramón.
El baile se recupera con intención de convertir el dance en una actividad popular: “se puede enseñar, quizá, en los colegios o, también, en la Escuela de Música y, por qué no, cada peña podría tener un grupo de zagales capaz de bailarlo. Lo de este año es un principio”, explica Manuel Rodríguez, de los Gaiteros del Somontano. De los cuatro bailes de los que se tiene constancia (paloteado, espadas y dagas, cintas y contracintas y flores y guirnaldas) se retoma el primero y en la coreografía se detalla la vida del Obispo Santo.